Cultura

Aniston y Costner se lían en una secuela de 'El graduado'

Rob Reiner juega con el clásico de los años 60 en una comedia romántica

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Jennifer Aniston interpreta en Dicen por ahí a una periodista del New York Times cuya carrera se ha quedado estancada en los obituarios. Una buena manera de dibujar el hastío vital de la oveja negra de una acomodada familia. Lo único que le proporciona vidilla es la compañía de su abuela (Shirley MacLaine), a quien un buen día se le escapa un comentario: ella no es la primera mujer de la familia asustada frente a una inminente boda. Cuarenta años atrás, su propia madre huyó con un misterioso joven días antes de subir al altar.

Dicen por ahí no podía existir sin El graduado, un clásico de los 60 que le inspira argumentalmente. La gracia del enredo reside en que Jennifer Aniston descubre que su familia inspiró la cinta de Mike Nichols; en realidad, su propia abuela fue la señora Robinson, la madura mujer encarnada por Anne Bancroft que seducía a Dustin Hoffman, quien al final se escapaba con la hija de ésta. ¿Y cómo es el personaje de Hoffman cuatro décadas después? Pues un atractivo millonario de la industria informática, con los rasgos de Kevin Costner. Conclusión: el chico de El graduado también se ligará a la nieta de la señora Robinson.

«La protagonista nunca ha oido historias sobre su madre, siempre la ha imaginado como una dulce ama de casa», explica la productora Paula Weinstein. «Le asombra la idea de que su madre pudiera haberse sentido atrapada, exactamente como ella se siente ahora». Tras las imágenes de Dicen por ahí se encuentra Rob Reiner, un especialista de la comedia romántica: Cuando Harry encontró a Sally, El presidente y Miss Wade e Historia de lo nuestro.

El director reemplazó a Ted Griffin diez días después de iniciado el rodaje, con la intención de domesticar un producto que en principio estaba concebido de un modo más irónico y desmadrado. Reiner mantuvo a los actores principales y reemplazó a algunos secundarios. El público americano no ha respondido en masa precisamente (ocho semanas después de su estreno todavía no ha recaudado los 45 millones de dólares de presupuesto).

Lo mas irónico de una cinta que juega con la cinefilia es desubrir que Robert Altman ya anticipaba con sarcasmo en El juego de Hollywood la posibilidad de rodar una secuela de El graduado, cuando el guionista Buck Henry proponía: «La señora Robinson, que ya es mayor y vive con Ben y Elaine, sufre un ataque al corazón. Será una comedia negra, extraña y divertida, con ataque al corazón incluido».