ANDALUCÍA

Un banquillo de lujo

En la tribuna coincidieron ex presidentes de la Junta y del Parlamento con la hija de Blas Infante

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El boato lo puso la tribuna. La solemnidad de la sesión plenaria de ayer se reflejaba en la entidad de los invitados y asistentes. Los de protocolo tuvieron que hilar fino para lograr un juntos pero no revueltos. A Javier Arenas, presidente del PP-A, le tocó ver los toros desde la barrera. Llegó con el debate empezado y protagonizó varias escapadas a los patios del Hospital de las Cinco Llagas. La nicotina sigue ganando muchas batallas. Arenas, eso sí, escuchó la intervención de su portavoz, Antonio Sanz y una de las de Manuel Chaves.

Durante el turno de réplica de Concha Caballero, sonrió irónicamente en varias ocasiones, sobre todo por la forma y el fondo de alguna de las expresiones de la portavoz de la coalición de izquierdas. Quien sí siguió la práctica totalidad del debate fue Juan Ignacio Zoido, secretario general de los populares andaluces.

José Rodríguez de la Borbolla, ex presidente de la Junta de Andalucía, acudió para ver las evoluciones de un articulado con el que ha colaborado activamente. Manuel Chaves así se lo pidió a todos sus antecesores. De la Borbolla se situó junto a un cuarteto de ilustres: Ángel López, Antonio Ojeda, José Antonio Martín Rite y Diego Valderas, todos ellos antiguos anfitriones de la Casa que ayer les acogía como invitados. Sólo faltó Javier Torres Vela para completar la lista de ex presidentes del Parlamento de Andalucía.

María Ángeles Infante puso la nota emotiva en la grada. Su presencia tenía connotaciones históricas. La hija de Blas Infante, el padre de la patria andaluza, aplaudió todas las intervenciones.

Figuras e instituciones

También quisieron ser testigos de esta cita histórica diversos representantes políticos e instituciones. Juan José López Garzón, delegado del Gobierno en Andalucía, coincidió en su fila con Rafael Navas, consejero mayor de la Cámara de Cuentas de Andalucía y Juan Cano Bueso, presidente del Consejo Consultivo. Si lo de ayer hubiera sido un juicio, Cano Bueso se tendría que haber quedado en la puerta. Y es que el órgano que él preside debe entregar un informe sobre la constitucionalidad o no del articulado que sustenta la proposición de ley para la reforma estatutaria.

Los parlamentarios andaluces reclamaron al inicio de los trabajos de la ponencia -hace año y medio- la contribución directa de la sociedad andaluza. Para ello escucharon las propuestas de más de 60 colectivos y organismos.

Representantes de algunas de esas entidades colaboradoras tampoco perdieron detalle de lo que sucedía en el atril de oradores. Entre ellos estaban los secretarios regionales de CC OO y UGT, Francisco Carbonero y Manuel Pastrana, respectivamente; Francisco Toscano, presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) o Joaquín Galán, presidente del consejo Económico y Social Andaluz (CES-A). Una de las voces que se han escuchado en las últimas semanas en pos del consenso estatutario ha sido la de José Chamizo. El Defensor del Pueblo Andaluz comprobó de primera mano dónde pueden atascarse más los cuatro partidos con representación parlamentaria a la hora de firmar un acuerdo a cuatro.

Los oradores, y todo hay que decirlo, no despertaron la misma pasión entre la audiencia, sobre todo porque el evento duró tres horas largas. Alguno, todo hay que decirlo, se echó a los crucigramas. Una anécdota más en una jornada grande para el Parlamento que, hasta la fecha, no había vivido ningún debate sobre el Estatuto de Andalucía, o lo que es lo mismo, la ley de leyes de la Comunidad.