Talla 52: Misión Imposible

Busco una talla 52 de pantalón», afirma un cliente en un conocido establecimiento de una empresa multinacional de la capital. La dependiente hace una mueca y pronuncia las temidas palabras: «Lo siento de esa talla no nos queda nada». «Y de algún otro modelo, ¿no les queda nada», insiste el cliente. «Es que no nos llega nada por encima de la 48», se atreve a confesar la trabajadora, con lo que da por finalizada la búsqueda. Asunto resuelto.

Esta conversación se está convirtiendo en algo habitual en los establecimientos de moda de cualquier capital de provincia, incluida Cádiz, y supone que las personas con tallas superiores a la media española -a partir de la 40 en mujer y a partir de la 50 en caballero, si hablamos de pantalones- cada vez encuentran más dificultades en hallar ropa que se ajuste a unas tallas que por otra parte cada vez son más frecuentes.

Un redactor de LA VOZ visitó sin identificarse como periodista seis establecimientos de Cádiz, incluyendo unos grandes almacenes, y sólo encontró tallas 50 en una de ellas. En otra en la que sí se identificó como periodista le informaron de que trabajan «hasta la 52-54 para mujer y la 56 para caballeros».

¿Verdad, falso? En todo caso, es la excepción. Lo más preocupante es que no se trata de un fenómeno que se circunscriba a las rebajas, sino que los propios encargados y dependientes reconocen que ocurre todo el año. «Se nos ha agotado esa talla», «esas tallas son las primeras en agotarse» o «la estamos esperando» son las respuestas más usuales, que tratan de ocultar una discriminación que cada día afecta a más gaditanos.