ETA habla claro
Actualizado: GuardarAunque los designios de ETA han sido y son inescrutables, no es muy difícil desentrañar el sentido de la explosión de un coche bomba junto a una discoteca en Urdax, anteayer, horas después de que el Gobierno hiciera manifestaciones esperanzadas sobre un próximo desenlace de la violencia vasca. El uso brutal de la dinamita no parece el comportamiento lógico de quien se dispone a abandonar definitivamente las armas sin contrapartidas políticas. Así las cosas, el escepticismo que puede producir el optimismo de Zapatero se acrecienta porque sus hipótesis sólo encontrarían confirmación si ETA terminara reconociendo su error histórico y la consiguiente responsabilidad por sus crímenes. Y eso es poco imaginable en unos sayones que han cometido atroces matanzas y que no han dado jamás señal alguna de grandeza o de sentido de la historia.