Cada maestro con su obra
Los profesores de la Escuela de Arte de Cádiz exponen en El Pópulo
Actualizado: GuardarAl intentar reproducir la figura del artista, lo más frecuente es imaginar a un individuo bohemio, romántico, dedicado a las tareas más sublimes y encerrado en su pequeño desván, rara vez dedicado a divulgar la inspiración que lo invade y lo convierte en genio.
Sin embargo, muchos de estos creadores dedicados a la enseñanza -bien por falta de tiempo o por circunstancias pedagógicas-, no tienen la oportunidad de compartir con la sociedad y con sus propios alumnos su faceta como constructores de obras. Con el propósito de que este potencial no quede en la sombra, la Escuela de Arte de Cádiz organiza la exposición Arte-Muestrario. Cerámicas, dibujos, abanicos, diseños en el campo gráfico y en el estilismo de la indumentaria, grabados, madera, escultura o vaciado se reúnen en una muestra ubicada en la Sala de Exposiciones El Pópulo desde el pasado 7 de febrero. Más de una veintena de educadores dispuestos a fomentar la comunicación entre la enseñanza, el arte y la sociedad, entre ellos el propio director de esta institución, Luis Gonzalo. «Con el cambio de dirección en la Escuela se pretende crear grupos de trabajo que orienten el arte hacia la vida profesional y empresarial de los alumnos dentro del contexto creativo del Cádiz del siglo XXI», afirma Gonzalo.
Un giro democrático en la academia, propiciado por la junta directiva y el consejo escolar donde «nada se hace sin el consenso del profesorado». Esta nueva filosofía ha sido la impulsora de la muestra, acompañada de una visión abierta y a la vez tradicional de las diferentes tendencias que, lejos de encasillarse, juegan con la vanguardia en el dibujo, la forma y el ritmo, cultivando lo que el director califica como «el buen hacer del humanismo renacentista». A los alumnos también se les ha querido dar mayor voz en este proyecto, mediante la propuesta de creación de una junta directiva que les permita cooperar en la toma de decisiones. «Al final el papel del director se reduce a la mera coordinación», apostilla Gonzalo.
Elevar a Cádiz al panorama artístico europeo e integrar mediante las obras a alumnos y profesores, para hacer de los primeros críticos y aprendices de las diferentes tendencias, a la vez que aprenden mediante la observación. Y en este sentido, Gonzalo se muestra «muy orgulloso del nivel docente». Este aspecto ha llevado a la edificación de la Casa de las Artes en la barriada La Paz, un centro que consigue fusionar música, arte y danza, lo que supone «un hito en la historia de las artes en Andalucía y un ejemplo de la labor pedagógica en la provincia». La escuela se abre al futuro, a la vida universitaria y a la investigación. Buena prueba de ello son las jornadas que tendrán lugar en Jerez el 17 y 18 de marzo -a nivel de Andalucía- y que analizarán las salidas profesionales del sector.
Volcado en el fresco, Gonzalo adelanta que -con una técnica patentada-, sus pinturas se aplicarán a dos iglesias emplazadas en Jerez y Cádiz. Al margen de todo ello y como buen defensor del proceso creativo, Gonzalo no olvida su máxima: «Para ser artista, también hay que ser artesano».