Un incendio obliga al desalojo de diez familias de un edificio del casco histórico de Sanlúcar

Un calentador de aire provocó en la mañana de ayer un aparatoso incendio en una vivienda de un edificio del casco antiguo de Sanlúcar, que obligó al desalojo de diez familias que lo ocupaban. Aunque no hubo que lamentar daños personales, sí los hubo materiales, que se limitaron al piso siniestrado, cuyos residentes no podrán volver al mismo hasta dentro de seis meses, que es lo que se calcula que se tardará en la recuperación de sus condiciones de habitabilidad. El resto de vecinos de la finca regresaron nada más sofocarse las llamas, ya que la estructura del inmueble no resultó dañada.

El fuego se inició hacia las 8.50 horas, cuando un calentador prendió en un dormitorio de una de las viviendas de la primera planta de este bloque situado en el número 42 de la calle Alcoba. La propietaria intentó apagar las llamas con agua y mantas y ante la imposibilidad de sofocarlas, abandonó la casa dejando la puerta abierta, lo que facilitó la propagación del fuego.

Ante la densa columna de humo que se expandía por las zonas comunes de esta finca -planta baja y tres alturas, con cuatro viviendas por planta-, los habitantes lo abandonaron y dejando, al igual que en el caso anterior, todas las puertas abiertas, lo que avivó las llamas.

La importante carga de calor concentrada en la habitación por la presencia de colchones y otros enseres complicó las tareas de extinción, para las que llegó a ser necesaria una importante carga de agua de hasta 2.000 litros.

A pesar de que el incendio logró sofocarse con relativa rapidez, la alta condensación de humo y calor ralentizó la operación, ya que obligó a sacar los muebles al patio central del edificio para ser refrescados, lo que hizo que la actuación no se diera por finalizada hasta tres horas y media más tarde.

En las labores de extinción participaron cinco bomberos del Consorcio Provincial, y fue necesaria la intervención de tres autobombas urbanas y otro vehículo más de apoyo.