Los ecologistas ecuatorianos declaran la guerra al tráfico ilegal de fauna silvestre
Actualizado: GuardarUn grupo de ecologistas de Ecuador, para el que el rescate de animales salvajes en cautiverio es un asunto de vida o muerte, ha emprendido una cruzada contra la tenencia y el tráfico ilegal de fauna silvestre. Freddy Fuenmayor, del Centro de Rescate de Fauna Silvestre Santa Martha, es uno de ellos y asegura que, pese a que su organización carece de ayuda financiera del Gobierno o de la empresa privada, no descansará hasta «recuperar la vida silvestre en cautiverio, porque esa vida es del Estado, de la Nación, de todos».
El activista encabezó a finales de la semana pasada una redada, apoyada por la Unidad de Medio Ambiente de la Policía nacional, en la localidad de La Maná, un sector agrícola y turístico de la provincia de Cotopaxi, situada a unos 110 kilómetros al suroeste de Quito.
En tres hosterías de esa zona subtropical, el grupo, compuesto por siete activistas y cinco policías ambientales, rescató 33 animales silvestres, que permanecieron meses enjaulados para que los vieran los turistas.
Los dueños de la hostería habían colocado un letrero de zoológico en una pequeña zona donde permanecían, en condiciones deplorables, los animales cautivos.
«Eso no era un zoológico, ni mucho menos; era un lugar espantoso, pequeño, con aguas negras y sin condiciones para que sobrevivan estos animales salvajes», aseguró Fuenmayor, indignado porque esa práctica se repite a menudo en Ecuador.
Las leyes ecuatorianas castigan con multas y prisión a las personas que trafiquen o tengan animales silvestres sin los permisos respectivos.
En este caso, los dueños de las hosterías no los tenían, pero no fueron detenidos, a pesar de una orden de un fiscal de La Maná, que espera el desarrollo de un proceso abierto contra los infractores.