además de otros 18 acusados

Absueltos siete miembros del 'clan de los Charlines' del delito de tráfico de cocaína

La Fiscalía Antidroga solicitaba inicialmente para ellos penas de entre 4 y 20 años de cárcel y multas de hasta 1,4 millones de euros

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La sección segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional ha absuelto a veinticinco acusados, siete de ellos miembros del llamado clan de los Charlines, de haber participado en el transporte a España de 3.000 kilos de cocaína entre 1989 y 1991. Así lo acuerda la Sala en una sentencia de 96 folios notificada hoy, al estimar que no queda probada la intervención de estos veinticinco acusados en la citada operación de narcotráfico.

La Fiscalía Antidroga solicitaba inicialmente para ellos penas de entre 4 y 20 años de cárcel y multas, que en el caso de los supuestos líderes del clan -Manuel Charlín Gama, su hermano José Luis y su hija Josefa, para los que pedía las mayores condenas- alcanzaban 1,4 millones de euros. No obstante, antes de que el juicio, que se celebró entre junio y septiembre de 2005, quedara visto para sentencia, el fiscal jefe Antidroga, Javier Zaragoza, redujo a cerca de la mitad sus peticiones de penas y multas al estimar que, en el caso de algunos de los acusados, no quedaba suficientemente acreditada su participación en los hechos y que, en el caso de otros, se habían producido dilaciones indebidas en el proceso no imputables a ellos.

Una larga tradición de delincuencia

A pesar de haber quedado absueltos en esta causa, la mayor parte de los más importantes integrantes del clan de los Charlines cumple condena por su participación en otras operaciones de tráfico de droga. Así, en 1999, el patriarca del clan Manuel Charlín Gama fue condenado a 20 años de cárcel por haber transportado 600 kilos de cocaína desde Colombia hasta las costas gallegas en 1989, lo que supuso su primera condena elevada tras su absolución en el llamado caso Nécora.

En 2003, la Audiencia Nacional condenó a penas de entre 4 y 15 años y multas de entre 5.700.000 y 300.000 euros a 14 miembros del clan de los Charlines, entre ellos a Manuel Charlín Gama y a sus hijas Adelaida y Josefa Charlín Pomares. En aquella ocasión, las máximas penas, de quince años de cárcel, recayeron sobre el líder de la organización, Manuel Charlín Gama y su hija Josefa, extraditada por Portugal en diciembre de 2000 tras permanecer siete años huida y a la que se considera responsable última de la gestión económica del clan.

Entre los 25 acusados que han sido absueltos en esta ocasión se encuentra también Daniel Baúlo Carballo, hijo de Manuel Baúlo Trigo, el patriarca del grupo de los Caneos, quien fue asesinado a tiros en 1994 por unos sicarios colombianos tras haber delatado al clan de los Charlines. Sin embargo, esta absolución tampoco supondrá su puesta en libertad, ya que, en mayo de 2005, Daniel Baúlo fue detenido en el curso de la llamada Operación Tul que permitió desmantelar la organización con mayor capacidad de introducción de droga en España y una de las más importantes a nivel internacional.

Hechos probados y hechos no comprobados

La sentencia considera probado que el 1 de agosto de 1989 atracó en el puerto de Santa Cruz de Tenerife el buque Halcón II, que había sido adquirido por Manuel Baúlo en México. Tras ser allí reparado, el buque se dirigió a la Guaira (Venezuela) donde permaneció dos semanas y cargó nueve contenedores "que contenían pulpa de fruta", tras lo cual zarpó de regreso a Canarias, adonde arribó en febrero de 1990, después de ser registrado en aguas internacionales por un guardacostas de Estados Unidos (EEUU).

Por contra, el tribunal estima que "no ha quedado probado" que Manuel Charlín "fuera propietario del Halcón II, ni que en noviembre de 1989 desde la prisión de Córdoba autorizase a Manuel Baúlo a usar dicho barco para una supuesta operación de transporte de cocaína". Tampoco considera que haya quedado probado que Josefa Charlín "fuese a visitarlo en dichas fechas acompañada de Manuel Baúlo", ni que Manuel Charlín Pomares hubiera contratado a uno de los acusados -Jesús Montero-, "ni que hubiera hablado por radio con Manuel Baúlo cuando el Halcón fondeó en Curacao", lugar en el que fue registrado el barco.

Igualmente, la Sala tampoco considera probado que una embarcación colombiana en las proximidades de la Guajira (Colombia) traspasara a la embarcación unos 500 kilos de cocaína, ni que al acercarse la citada patrullera del servicio de guardacostas de EEUU se arrojara esa droga al mar. Asimismo, el tribunal indica que no queda acreditado que Josefa Charlín, José Luis Charlín, Adelaida Charlín, y los también acusados Antonio Acuña, Manuel Santorum, José Luis Hermida, Enrique Martínez y José Luis Pérez, utilizaran el Halcón II en un nuevo transporte de unos 820 kilos de cocaína, en 1990.

"Tampoco se ha probado que el Halcón II entre febrero y marzo de 1991 se dirigiera a las costas portuguesas para transbordar" el citado alijo, insiste la sentencia, desmontando una a una todas las acusaciones del Ministerio Fiscal. La Sala dice que tampoco existen pruebas que acrediten que el 22 de marzo de 1991, el Halcón II se dirigiera al puerto de Agadir y de allí a Dakkar "para transportar una nueva cantidad de cocaína" . Tampoco queda probado, según la sentencia, que la supuesta organización preparara un nuevo transporte de 1.000 kilos de cocaína desde Colombia que serían trasladados en el barco Rand y decidieran que esta embarcación llevara antes hasta Portugal "una cantidad importante de hachís".