Editorial

Arte y coleccionismo

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La celebración en Madrid de la XXV edición de la Feria Internacional de Arte Contemporáneo (Arco) vuelve a cristalizarse como todos los años en el punto de encuentro necesario entre galerías y coleccionistas públicos y privados y en cita obligada de las manifestaciones artísticas contemporáneas. La presente edición, además, coincide con un momento especialmente pujante en el mercado del arte consecuencia asociada al crecimiento económico sostenido de los últimos años y al mantenimiento de un escenario con bajos tipos de interés. De hecho, y según la empresa de análisis Artprice, los beneficios totales obtenidos en la subasta de obras de arte en el año 2005 superaron los 3.200 millones de euros, mientras que el año anterior dicha cifra no llegó a alcanzar los 3.000 millones de euros. Un notable crecimiento que también ha llegado a nuestro país, tal y como lo certifica el informe de la temporada 2003-2004 realizado por los analistas británicos del Art Sales Index, donde se pone de manifiesto que las subastas de arte en España aumentaron sus beneficios en un 32,8%, con unas ganancias totales de más de 23 millones de euros.

Sin embargo, también parece evidente que el coleccionismo artístico en nuestro país todavía no está del todo consolidado, por lo menos en proporción con el poder adquisitivo de los españoles y en relación con la rotación de obras de arte y las transacciones realizadas en los principales países europeos. De ahí, pues, que siga siendo necesaria una política que establezca incentivos fiscales y tributarios para fomentar el coleccionismo, además de una política educativa que enseñe a valorar y respetar la creación artística.

Igualmente, ese mercado del coleccionismo en España precisa de cifras y estadísticas fiables, como las que Arco debería ofrecer si se suprimiera un oscurantismo habitual que no sólo impide conocer el volumen total de sus transacciones, sino que además le distancia de las buenas prácticas seguidas en certámenes similares por todo el mundo. Algo a revisar, en definitiva, cuando ya es oficial un cambio en la dirección de Arco para las próximas ediciones, donde será cada vez más exigible la transparencia y el reforzamiento de su condición ferial y mercantil.