Sentimientos contrapuestos
Tras el disgusto o la satisfacción que vivieron en la madrugada del sábado, las agrupaciones analizan las causas de su pase o su eliminación de cara a la fase semifinal del concurso, que comienza esta noche
Actualizado: GuardarTodos no pueden clasificarse, eso resulta claro. Por ello, la madrugada del sábado cientos de personas estaban con el corazón en un puño, pendientes de la radio para oír el fallo del jurado oficial del concurso de agrupaciones.
Algunos se acercaron a la Plaza Fragela, otros lo oyeron desde la distancia. Pero nadie se quedó indiferente. Los miembros de las agrupaciones punteras ya sabían que su pase estaba asegurado, pero los más modestos vivían una noche de nervios y tensión.
En la ciudad de Cádiz... decía el secretario del jurado, el momento estaba cerca. Había llegado la hora de la verdad para muchos y se hacía el silencio en la plaza. Conforme se leía el fallo, los rostros presentes se iban tornando en gestos de alegría o tristeza, según la suerte que hubiera tenido cada agrupación.
Aprovechando la madrugada sabatina, los afortunados continuaron con su particular celebración hasta el amanecer. En Córdoba, Ayamonte, Marbella, Sevilla y muchos otros lugares, había también celebraciones con motivo del veredicto gaditano.
Hasta Llerena (Badajoz) llegó la satisfacción. Allí, cuatro cuarteteros celebraban su gran logro, al haber conseguido el pase a semifinales en su primera participación en el concurso del Carnaval por excelencia. Con ellos, todo un pueblo rendido al éxito de sus paisanos. Y es que nuestro Carnaval ya hace mucho que dejó de entender de fronteras.
Los que no tuvieron tanta suerte analizan tras el disgusto las posibles causas de su eliminación, para intentar pulirlos de cara al próximo año.
Los componentes de la comparsa 'La clase obrera', que tan buena impresión había causado en su actuación de la fase preliminar, no salían de su asombro. Pero el jurado del concurso no tiene por qué coincidir con el público, que seguro que dedica su aplauso y su cariño a los barbateños cuando estos le regalen sus coplas en la calle durante la semana de Carnaval. Porque siempre se ha dicho que es la calle la que dicta sentencia.