según el informe forense

El hincha del Deportivo fallecido en 2003 murió por una patada que le reventó el bazo

El juicio contra el acusado por la muerte de Manuel Ríos proseguirá mañana con las conclusiones y peticiones del fiscal y de la defensa

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El hincha del Deportivo Manuel Ríos, fallecido en octubre del 2003 al término del encuentro entre el equipo coruñés y el Compostela, murió a consecuencia de una patada que probablemente le reventó el bazo, según confirmaba hoy un forense, quien añadía que los análisis revelan que el joven consumió varias drogas.

En la última jornada de la vista oral previa a la presentación de conclusiones del Fiscal y de los distintos abogados, el forense Benito Alfonso López ha insistido en que la causa más probable de la muerte de Ríos, de 31 años, fue una patada o una "lesión contusa en el costado izquierdo" del abdomen bajo la zona de las costillas flotantes, y subrayaba que esa contusión provocó una desplazamiento violento del bazo hasta chocar contra la columna vertebral y las costillas, de manera que reventó y se desangró, lo que le provocó la muerte.

López agregaba que se trata de una "lesión potencialmente mortal" por tratarse de un órgano sensible a fuertes golpes y consideraba que Ríos quedó en un estado moribundo, de manera que "pudo haber sobrevivido" durante unos cinco minutos "pero dudo que más", precisaba el médico forense, antes de subrayar que el joven hincha padecía de hepatitis C y de cirrosis, pero rechazaba que esa patología le hubiera convertido en más vulnerable ante una contusión parecida.

López observó que la víctima perdió 0,85 litros de sangre y consideró que del examen del cadáver se deduce que recibió "un golpe de una violencia considerable" que podría haber sido causado tanto por una patada mientras estaba erguido como en caso de estar en el suelo. Varios testigos que han comparecido en el juicio que se celebra en Santiago de Compostela indicaron que la víctima recibió una o más patadas propinadas por el acusado Gabriel Rodríguez, que ya ha sido condenado por agredir y derribar de un cabezazo a un aficionado de la peña deportivista Riazor Blues.

Relato de los hechos

La muerte de Ríos se produjo en el exterior del estadio San Lázaro, en Santiago de Compostela, el 7 de octubre del 2003, cuando la víctima intentó mediar en una pelea para que un grupo de seguidores radicales del Deportivo dejara de agredir a un niño que llevaba una camiseta del conjunto santiagués.

La autopsia practicada inicialmente ya había desvelado la hipótesis de que la muerte se produjo como consecuencia de una patada en el bazo, agresión por la que permanece encarcelado Rodríguez, al que se vincula con Los Suaves, una sección de la peña ultra Riazor Blues. El acusado, que se enfrenta a una pena de cárcel de seis años por el delito de homicidio por imprudencia, se declaró inocente en su comparecencia hace una semana en el juicio y negó haber propinado patada alguna a la víctima.

Por otra parte, el forense ha señalado que durante la autopsia se llevó a cabo un examen minucioso de lo que había ingerido la víctima y destacaba que además de haber consumido alcohol ingirió diversos tipos de drogas. Así, subraya que se constató un nivel de 0,85 gramos de alcohol por litro de sangre, aunque descartaba que eso hubiera podido contribuir a que su bazo reventara con mayor facilidad. El médico forense también ha apuntado que en los análisis practicados se constata que "estaba bajo la influencia de cocaína" y que también "había consumido heroína pocas horas antes" de su fallecimiento, además de ingerir cannabis.

Señala asimismo que cuando se analizó el cabello, el equipo forense constató que Ríos "había consumido de forma habitual este tipo de sustancias". El juicio contra el acusado por la muerte del hincha del Deportivo proseguirá mañana con la presentación de las conclusiones y peticiones tanto del Fiscal como de los diferentes abogados de la defensa y de la acusación.