El G-8 advierte de la amenaza que supone la subida incesante del precio de la energía
Los ministros de Finanzas de los ocho países más industrializados pronostican que la economía mundial crecerá a «buen ritmo» durante este año Rusia continuará su política de condonación a las naciones más pobres
Actualizado: GuardarLos países ricos del G-8 (el grupo de los siete países más industrializados, junto a Rusia) advirtieron ayer de los riesgos inflacionistas que amenazan los precios de la energía en la economía mundial, por lo que renovaron su apuesta por «desarrollar fuentes alternativas» (por ejemplo, el metanol). Asimismo, al término de su reunión, pidieron «más esfuerzos» para liberalizar el comercio global, proceso que consideran esencial para «reforzar el crecimiento y reducir la pobreza», al tiempo que llamaron la atención sobre el «potencial impacto económico y financiero» de la gripe aviar.
Los ministros de Finanzas de Estados Unidos., Canadá, Gran Bretaña, Francia, Alemania, Italia y Japón (G-7), que con Rusia forman el Club de los Ocho, se reunieron por vez primera en Moscú, bajo presidencia rusa. La amenaza de crisis energética global y la urgencia de cerrar antes de 2006 las negociaciones comerciales de la Ronda de Doha ocuparon buena parte de su agenda. En el comunicado final se auguró el mantenimiento durante este año del «sólido» crecimiento económico mundial, si bien el G-8 advirtió que «persisten riesgos debido a los elevados y volátiles precios de la energía». Además, en un velado reproche a Rusia, el Club afirmó que «los mecanismos de mercado son vitales para un buen funcionamiento del sistema energético global».
Ritmo económico
Por otra parte, el Club de los Ocho pidió «más esfuerzos» a todos los países con el objetivo de concluir con éxito, «antes de finales de 2006», la Ronda de Doha para liberalizar el comercio mundial, ya que lo considera un objetivo «esencial para reforzar el crecimiento y reducir la pobreza» en el mundo. Asimismo aseguraron que en 2006 la economía mundial seguirá creciendo a altos ritmos y abogaron por la paulatina disminución de diferencias entre países ricos y pobres. Así , expresaron su deseo de «continuar aplicando medidas que contribuyan a suavizar los desequilibrios globales». En este sentido, Rusia, en su calidad de presidente del grupo de los ocho países más industrializados, anunció que continuará la política de condonación de la deuda de los países más pobres.
Por otra parte, el ministro ruso de Finanzas, Alexei Kudrin, eludió pronunciarse sobre un eventual ingreso de Brasil al G-8. «No puedo decir nada por ahora», dijo Kudrin, cuando un periodista le preguntó por esta posibilidad, después de haberse reunido con el ministro carioca de Hacienda, Antonio Palocci. Precisó, no obstante, que la participación de un representante brasileño en el encuentro del Club ha sido «apreciada» por todos.