El futuro está garantizado
El Club Natación Cádiz cuenta con una cantera que tiene muchas aptitudes para triunfar y que supone el complemento perfecto al equipo absoluto
Actualizado: GuardarJóvenes aunque sobradamente preparados. Aunque desde siempre jugar a ser adivino ha resultado ser arriesgado, viendo las cualidades de los nadadores más jóvenes que compiten en las filas del Club Natación Cádiz, todo hace pensar que este deporte en la capital tiene su futuro garantizado. Los resultados que se están produciendo en el Campeonato de Andalucía Absoluto de Invierno, que se está disputando durante este fin de semana en la piscina del Complejo Deportivo Ciudad de Cádiz, reflejan a la perfección la progresión que está viviendo el club en las últimas temporadas.
Un grupo de siete nadadores nacidos entre 1990 y 1991 representan estos días a la entidad y están provocando la satisfacción de técnicos y preparadores.
Por su corpulencia física y su carácter desenfadado que contagia al resto del grupo, el más destacado es Francisco Ramírez. En palabras de su entrenador, Javier Peña, el Largo, -como lo conocen cariñosamente sus compañeros debido a su gran estatura- deberá trabajar muy duro para aprender a coordinar bien sus movimientos, pero a cambio, le augura un gran futuro por delante. «Es un excelente nadador en el que tengo puestas buena parte de mis esperanzas», confiesa Peña, que se enorgullece de haberle «robado» al baloncesto a un deportista con sus condiciones. Es un deportista cuyas condiciones físicas hacen que su fuerte sean las pruebas de velocidad. Garantiza buenos resultados en los 100 y los 50 metros, mientras que en los 200 siempre cumple con creces ccon el expediente.
Álvaro Rodríguez es otra de las grandes promesas del club gaditano. Suple su corta estatura con su enorme capacidad de resistencia, y es uno de los descubrimientos más recientes de Javier Peña en las pruebas de fondo. «Es especialista en la prueba de los 1500. El año pasado consiguió mínima para ir al Campeonato de España cuando sólo llevaba cinco meses preparándose en esta modalidad específica, y este año está a nueve segundos de repetir ese logro».
Ser medio fondista supone combinar la resistencia con la velocidad, y no todo el mundo es capaz de destacar en las pruebas de estas características. Pablo Martínez lo es. Nada los 200 y los 400 metros libres, y tiene a su favor el hecho de que cuenta con una brazada espectacular. Medio segundo lo separó del Nacional al final de la temporada pasada.
Pequeñas guerreras
En este asunto, las chicas también tienen mucho que decir. Están consiguiendo grandes logros y su progresión invita cada vez más a soñar con un futuro prometedor.
Lleva en la sangre unas aptitudes innatas para la velocidad. Beatriz Martínez es una brazista que destaca por su capacidad para crecerse en las competiciones y por su espíritu de sacrificio.
De apariencia frágil pero con gran potencial, Cristina Rodríguez reparte su tiempo entre la natación, el baloncesto y otras actividades extraescolares. Es de las mejores en los 50, 100 y 200 metros libres y en su palmarés se encuentra haber conseguido mínima para el Campeonato de España del año pasado.
Marta Rubio es la más fuerte de las chicas que componen este grupo, y su especialidad son las pruebas cortas, ya que es en las que mejor aprovecha su gran potencia física.
Y la guinda de este suculento pastel la pone Ana Arencibia, de complexión atlética y uno de los últimos descubrimientos de Peña en las pruebas de mariposa. Lleva mucho tiempo entrenando la espalda pero también garantiza un buen resultado cuando se lanza a la piscina a nadar en las pruebas de estilo.