Cádiz C.F.

Las vergüenzas, al descubierto

La velocidad de Saviola puso en evidencia las carencias de su compatriota Berizzo; El pibito firmó su mejor partido a costa del peor de otro 'ex-millonario'

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Eduardo Berizzo se ha hecho con un puesto en el once inicial del Cádiz desplazando a todo un emblema como Ramón De Quintana. Su buen posicionamiento, su elegancia a la hora de sacar el balón jugado y su contundencia en el juego aéreo son algunos de los elogios que ha cosechado en el último mes de competición. Sin embargo, ayer un ex-compañero suyo en el River Plate, donde coincidieron en la temporada 98-99, se encargó de destapar todas las vergüenzas en su rendimiento. El resurgir de Saviola, que allanó el camino de su equipo con el primer tanto a los seis minutos, coincidió con una tarde noche negra del central argentino. Falló en dos de los cuatro goles, estuvo lento ante la velocidad del conejo y perdió claramente la batalla aérea con el portaviones Kanouté. Un día para olvidar.

El maestro perdió la batalla ante el alumno. La indecisión de Berizzo en el primer tanto, cuando sale a socorrer tarde y mal a De la Cuesta, se tornó en nerviosismo, al darse cuenta de que la movilidad, inteligencia y versatilidad de la línea de ataque visitante hacía añicos una y otra vez la flota amarilla. A la derecha, a la izquierda, bajando a recibir al centro del campo... Cualquier punto era idóneo para que Saviola agarrase el cuero y saliera velozmente hacia el arco rival en la primera mitad.

Tras la reanudación fue diferente. El Cádiz debía llevar el peso del partido, lo que le restaba protagonismo a ambos jugadores. Berizzo no estaba para bromas y le dejó el sello a su ex-compañero, algo que le valió la cartulina amarilla. Pero el desastre no terminaría ahí. En los últimos minutos, con la defensa cadista más desorganizada que nunca, el 7 amarillo perdió de vista a Kepa. Cuando lo quiso encontrar, el Cádiz perdía 0-3 y la gente comenzaba a desfilar por las escaleras del Carranza.