El Sevilla tenía la lección aprendida

No hay que discutir ni reprochar nada a la victoria de ayer del Sevilla sobre el Cádiz en el Ramón de Carranza, por cero goles a cuatro. El resultado se amplió, de todas formas, en el momento menos adecuado. El equipo de Juande Ramos fue muy superior al de Víctor Espárrago, mereció ganar pero no por una diferencia tan escandalosa de goles. No fue el de ayer un partido de chirigota, ni mucho menos.

En la primera parte ya se vió que el Sevilla venía con la lección muy bien aprendida, tras el partido de la primera vuelta y el de la Copa del Rey. Aunque ya en el minuto siete pudo ponerse el Sevilla con 0-2, merced a un gol injustamente anulado a Aitor Ocio, a los visitantes les vino de perlas marcar pronto. El Cádiz fue muy pobre en todo momento, no supo leer el encuentro y en ningún instante sus jugadores se anticiparon a los sevillistas. Cometieron un gran error los cadistas: dejar jugar y lo pagaron caro. Hay que decir que el de ayer fue el peor encuentro del Cádiz en lo que va de año, un partido horroroso donde el centro del campo del submarino amarillo apenas pudo contener las embestidas de los jugadores que vestían ayer de rojo.

Mejor con los cambios

Tras el descanso, el Cádiz se centró algo más y mejoró sus prestaciones futbolísticas. Ello fue motivado, fundamentalmente,por los cambios realizados. Lucas Lobos dotó al ataque local de mayor movilidad y jerarquía. Los de Espárrago se entonaron en la segunda mitad y tuvieron mayor poder de creación. No obstante, las oportunidades tampoco proliferaban demasiado en la portería de Palop, todo hay que itor

Los de Nervión tuvieron mucho mérito pues no dio facilidades a los cadistas, taponó el medio campo de los amarillos gracias al juego de dos pilares básicos: el italiano Maresca y Aitor Ocio. La labor de ambos provocó que Nenad no recibiera apenas balones y que Benjamín estuviese desasistido. Sin lugar a dudas, el conjunto que entrena Juande Ramos es el mejor que ha pasado por el Ramón de Carranza, el que ha sabido jugar con más cabeza. Ahora queda otro partido en casa, ante el Osasuna que ayer empató ante el Real Zaragoza (1-1). El equipo que entrena el mexicano Javier Aguirre tiene un juego muy directo, típico del norte, así que el Cádiz puede aprovecharse de las precipitaciones que ese tipo de fútbol conlleva. Veremos qué ocurre ante los rojillos en Carranza.