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DESDE LA MANZANA

El miedo

Con esta vieja técnica, Bush ha logrado que los estadounidenses toleren las cárceles ilegales y el espionaje masivo a la población

MERCEDES GALLEGO/N. YORK
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En Estados Unidos los periódicos se citan unos a otros continuamente, demostrando así un gran respeto por la autoría de las noticias, grandes o pequeñas. En España, el periodismo prefiere seguir la técnica de al enemigo ni agua, salvo que no quede más remedio. Como me parece saludable reconocer los aciertos ajenos para que nos motive la sana competencia, esta semana quiero empezar reconociendo el mérito de una entrevista publicada el jueves por El Periódico de Cataluña.

En ella, la asesora de empresa y profesora universitaria Pilar Jiménez cuenta los orígenes fisiológicos y sociológicos del miedo, para explicar cómo llegó a convertirse en una técnica de control y gestión dentro de las empresas.

Los antiguos ejércitos hititas, pueblo indoeuropeo del segundo milenio antes de Cristo, descubrieron cómo paralizaba a su enemigo y mermaba su capacidad de reacción, por eso lo convirtieron en instrumento de guerra con el que llegaron a rivalizar con imperios como el griego y el egipcio. No sólo inventaron las armas de metal y el uso de la caballería, sino que por primera vez en la historia pusieron al frente a hombres con tambores que iban metiendo ruido para asustar a sus enemigos desde la distancia.

Escuchas telefónicas

Esa vieja técnica que ha funcionado desde el principio de los tiempos sigue dándole resultados al presidente George W. Bush, que con su abuso político está poniendo a prueba la resistencia del ser humano. A qué, si no, venía a cuento que el viernes saliera a la palestra para contar a toda la nación que hace cuatro años se abortó otro 11-S en Los Ángeles, justo cuando crece la oposición a su programa de escuchas telefónicas ilegales.

El miedo, cuenta Jericó, por activarse en la parte intermedia denominada segundo cerebro, hace que sintamos antes que pensemos. Así es como Bush ha logrado que los estadounidenses toleren las torturas, las cárceles ilegales, la detención indefinida sin cargos y, ahora, el espionaje masivo de su propia población sin nadie que lo supervise y la intercepción de correos electrónicos privados.

La técnica del miedo es la que usan los terroristas, matan a unos cuantos por sorpresa y logran que todos vivamos aterrorizados. Según esto, Bush no es menos terrorista que los que dice combatir, sólo que para éstos funciona, mientras que EE UU perderá lo mejor de sí mismo en el proceso de vencer lo invencible. El miedo es libre, los terroristas sólo necesitan tener éxito una vez cada dos años en cualquier parte del mundo. La única forma de vencerlo es plantarle cara al miedo y que sean la ideas creativas y civilizadas las que jueguen la batalla.