Gustitos

TVE ha anunciado que retirará de la pantalla Tan a gustito, el magacín dominical que fabricaba, dirigía y presentaba Alfonso Arús. El motivo de la decisión es, sin duda alguna, doble: el pobre rendimiento de audiencia del programa y su clara inadecuación para el horario en el que se emite. TVE ha hecho bien al quitar de ahí Tan a gustito.

De momento, una consideración general sobre los inventos de TVE: la experiencia de programación iniciada en 2004 puede considerarse como globalmente fallida, y no hay más que citar la lista de grandes comunicadores quemados en el intento. TVE debería plantearse si realmente sabe lo que quiere hacer; visto desde el otro lado de la pantalla, la impresión es que todavía lo ignora.

En otros casos se puede esgrimir el variable argumento de la audiencia: «No será lo que queríamos hacer, pero funciona». Pero es que ni siquiera eso vale para Tan a gustito, porque las cifras de audiencia del programa han sido sostenidamente mediocres y ni siquiera han mejorado las obtenidas por programas anteriores en la misma TVE.

Ahora la Pública anuncia que, de momento, llenará el hueco con episodios de Everwood. Esta es una serie americana de buena factura, interpretaciones aceptables y buenos sentimientos que ya ha pasado por pantalla en medio de cierta indiferencia. Cualitativamente, no es una mala apuesta: es un producto de calidad, tiene sus seguidores y merece tener más. Cuantitativamente, a buen seguro, no mejorará las cifras de Arús. Pero es que pocas cosas pueden mover las cifras de audiencia en una franja horaria tan hecha a la rutina como la tarde dominical. Lo más importante es que TVE se plantee qué quiere ofrecer exactamente a los espectadores en un horario como ese. El sentido común pide que se ofrezca una programación apta para todos los públicos. Y si es útil, mejor. Pero eso ya parecen palabras mayores en la televisión actual.