Por cuestiones morales (o molares)

Por cuestiones morales, es decir, por la propia legitimidad del organismo las autoridades deportivas ya se deberían de haber pronunciado sobre el recurso del Celta por la decisión de quitarle los tres puntos por alineación indebida de Manu del Moral. ¿Qué, qué no se acuerdan? Les refresco la memoria a algunos. Manu del Moral era un futbolista del Celta que no podía jugar por el tema de la edad. Varios equipos recurrieron y se les dio la razón. Pero el posterior recurso de los vigueses ha paralizado la operación e impedido que el Cádiz sea campeón de invierno. ¿Qué cuánto hace de eso? Pues yo ya casi ni me acuerdo. Ya me gustaría a mí que eso le hubiese pasado al Real Madrid Castilla. Seguramente ya estaría resuelto y yo hubiese utilizado esta columna para escribir de los éxitos de María José Rienda en los slalom, en la combinada o en el descenso (tampoco me pidan mucha precisión porque reconozco que los términos esos de esquiar en la nieve tampoco los domino mucho).

Por cuestiones morales no confío mucho en los dirigentes que gobiernan el fútbol español. No me digan que no tiene gracia que el equipo más endeudado de la Liga de las Estrellas sea la Real Sociedad y que Astiazarán, su último presidente, fuese nombrado presidente de la Liga de Fútbol Profesional. Será un premio a su gestión.

Hace dos días en el Gran Teatro Falla a una comparsa de la localidad sevillana de Los Molares le echaron el telón por sobrepasar el número de componentes. Qué curioso, lo del Celta lleva casi un año sin resolverse y una situación anómala en un concurso de agrupaciones se zanjó en cuestión de segundos. Ahora va a resultar que el Carnaval es más serio que el fútbol español. Hombre, por cuestiones morales (o molares).