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Milicianos cercanos a Fatah secuestran a un agregado militar egipcio en Gaza

Israel critica la invitación de Putin a Hamás para realizar una visita a Moscú

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Milicianos palestinos secuestraron ayer a punta de pistola y a plena luz del día al agregado militar egipcio en la franja de Gaza cuando se trasladaba en su vehículo a la sede de la misión diplomática de su país, una acción que subraya el clima de violencia incontrolada que se vive en los territorios.

Desde que se marcharon los israelíes el verano pasado, la Franja ha presenciado una veintena de secuestros de extranjeros. El de ayer es el primero de un diplomático, con el agravante de que es egipcio, es decir del país árabe que más apoyo brinda a la causa palestina.

El vehículo en que viajaba Husam al-Musli fue atacado por los milicianos a doscientos metros de su lugar de trabajo. Los asaltantes dispararon contra los neumáticos del automóvil y cuando se detuvo sacaron al diplomático a la fuerza, le introdujeron en otro coche y desaparecieron.

Hasta entrada la noche ningún grupo había reivindicado el secuestro, aunque en medios policiales se señalaba como responsables a las bandas de milicianos desafectos de Fatah que desean encontrar un empleo estable en el seno de las fuerzas de seguridad palestinas o quieren liberar a otros camaradas detenidos a cambio de rehenes extranjeros.

La acción la condenaron inmediatamente con energía todas las facciones, incluida Hamás. La ANP dio orden a la Policía para que encuentre al diplomático y el presidente Mahmud Abbas (Abú Mazen) lamentó que los milicianos hayan creado una situación insostenible con un país amigo.

Este último incidente llega en un momento de gran violencia, puesto que durante la última semana el Ejército hebreo ha matado a quince milicianos en los territorios palestinos, especialmente en Gaza.

Ataque con granadas

Por la mañana, dos activistas lanzaron un ataque con granadas contra el puesto de Erez, que separa Israel de la Franja. Los soldados repelieron la acción, dando muerte a los dos radicales. Los Comités de Resistencia Popular y las milicias de Fatah reivindicaron el asalto, justificándolo como represalia a los asesinatos extrajudiciales que comete Israel.

Poco después, los militares abatieron a un palestino que, según el Ejército, colocaba bombas cerca de Erez. Los palestinos dijeron que el muerto era un campesino.

Por otra parte, en medios políticos judíos no se ocultaba anoche el malestar que han causado las declaraciones que por la tarde formuló en Madrid el presidente ruso, Vladímir Putin, quien anunció su intención de invitar a Moscú a los dirigentes de Hamás.

Mark Reguev, portavoz del Ministerio de Exteriores, criticó a Rusia por haber abierto una grieta en la posición que lideran Israel y Estados Unidos, y que condiciona el diálogo con Hamás a que este grupo reconozca el Estado de Israel y renuncie a la resistencia contra la ocupación.

El diplomático estadounidense David Welch dijo que cualquier país que desee hablar con los palestinos debe tener en cuenta las condiciones que la comunidad internacional ha puesto para dialogar con el movimiento radical.

Ismail Hanniya, uno de los líderes fundamentalistas en Gaza, manifestó que Hamás no ha recibido hasta ahora una invitación oficial del Kremlin, aunque si ésta se produce su dirección no tiene ningún inconveniente para viajar a la capital rusa.