ESPAÑA

El PSOE pide al PP que copie su lealtad ante el Estatuto valenciano

El proyecto de reforma sale adelante en las Cortes con el voto de socialistas y populares y la oposición de los minoritarios

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El Pleno del Congreso aprobó ayer, con los votos a favor del PSOE, PP y CC, el proyecto de reforma del Estatuto de la Comunidad Valenciana, al que se opusieron el resto de grupos de la Cámara . Ahora será enviado al Senado, donde continuará la tramitación. El PSOE aprovechó ayer el pleno del Congreso para dar un tirón de orejas al PP. Los socialistas defendieron que si el texto ha salido adelante ha sido gracias al sentido de la responsabilidad y a la lealtad demostrados por los suyos en las Cortes autonómicas, donde están en franca minoría.

En una evidente comparación con la actitud de los populares frente a la reforma del Estatuto de Cataluña, Ciprià Ciscar recordó las cesiones realizadas por su formación en aras del consenso; la más sonada: la polémica definición del valenciano como «idioma». «El que desde la oposición se comporta como Gobierno, merece ser Gobierno; eso es algo que debería tener en cuenta el señor Rajoy», subrayó.

El Congreso vivió ayer una situación poco común en esta legislatura. Por primera vez en un debate de envergadura, las dos fuerzas mayoritarias -PSOE y PP- actuaron como un bloque frente a los grupos pequeños, que no ocultaron su enfado. Con todo, la discusión levantó escaso interés. Apenas fue seguida por tres decenas de diputados.

Lo cierto es que, durante su tramitación en la Cámara baja, el estatuto valenciano sólo consiguió despertarlo cuando el PSOE amenazó con romper el pacto al que había llegado con el PP en el parlamento autonómico.

Exigía, como varios grupos minoritarios, rebajar el porcentaje de votos exigido para formar grupo parlamentario del 5% al 3%. Y pedía que se sustituyeran las apelaciones al «idioma valenciano» por menciones al «valenciano», sin más.

Tira y afloja

Tras un largo tira y afloja, que se mantuvo hasta el último momento del debate en comisión, los populares accedieron a sacar los porcentajes del texto normativo para mantenerlos exclusivamente en la ley electoral. Y los socialistas, en pro del acuerdo, optaron por tragarse el sapo del «idioma».

El portavoz socialista también defendió como avance la supresión del techo electoral del Estatuto. Y explicó «para quien no lo haya apreciado» que de haber seguido en él habría contado con cinco obstáculos para su modificación: desde el acuerdo de partida para la modificación del marco estatutario hasta su aprobación definitiva en las Cortes. Para cambiar la ley electoral, en cambio, bastará con el complicado pero más fácil acuerdo de dos tercios de las Cortes. Aún así admitió: «Pedíamos a los populares un esfuerzo, no lo hemos logrado y hemos optado por no romper un consenso que nos parecía importante».

El portavoz del PP, Federico Trillo, resaltó en cambio otros aspectos de la nueva ley; aquéllos que, a su juicio, la convierten en «ejemplar». Subrayó así que lo único que pretende es mejorar el autogobierno de la Comunidad Valenciana y no embarcarse en «no sé qué aventurilla» fuera de la Constitución; que no «redefine» lo que es esta comunidad ni lo que es España porque «los valencianos saben lo que son y cuanto más valencianos se sienten, más españoles se afirman» , y que no pretende hacer del derecho histórico un valor «metajurídico».

Tras sus palabras se escondía una evidente crítica al proyecto catalán, que remachó con una última frase: «Este Estatuto ha sido redactado con lealtad constitucional y no es ni reivindicativo, ni agresivo».