La lucha contra el acoso escolar llega a cinco institutos de la ciudad
La campaña municipal, que trata de erradicar la violencia en las aulas, pertenece a la asignatura de educación emocional
Actualizado:De momento, no se sabe cuál es el número de afectados, pero es seguro que existen y que no son casos aislados. Los motivos son diversos. A algunos niños se les desprecia por tener kilos de más, a otros se les agrede por ser tímidos. Otros más sufren indiferencia o rechazo por su opción sexual. Por ser considerados chivatos. O porque sí. El acoso escolar es el pan nuestro de cada día en todas las escuelas y por ello el Ayuntamiento ha iniciado una campaña en cinco institutos de la ciudad (el Drago, Rafael Alberti, Rosario, Columela y San Severiano), así como en un colegio de primaria -el San Francisco de Asís- que pretende formar a los profesores para que aprendan a detectar estos problemas y entre todos -padres, alumnos y educadores- frenen la violencia física y psicológica en las aulas.
El programa, según explicó ayer la concejal de Familia, Mercedes Colombo, se lleva a cabo a través de un acuerdo entre el Ayuntamiento y la ONG Fundación Márgenes y Vínculos (www.fmyv.org). El presidente de esta asociación, Francisco Mena, insistió en la importancia de implicar a la familia en la educación de niños y jóvenes para evitar, por ejemplo, que este problema termine en el suicidio, como ha ocurrido en ocasiones. Para ello, para que los padres y profesores aprendan a detectar el problema cuanto antes y lo atajen se ha editado una guía. Pero además se forma a los profesores en una campaña que está dentro del programa de educación emocional, subrayó Ana Custodia, una de las educadoras de la Fundación. «Una vez que ellos están implicados, son los que llevan a cabo actividades con los alumnos. No son cátedras, sino clases dinámicas, con charlas, debates, etcétera», agregó.
Se trata, comentó Custodia, «de decirle a los agresores que no se tolerará su actitud en el centro; a las víctimas, que no están solos, y a los testigos, que rompan su silencio».