CÁDIZ

La iglesia de Nuestra Señora de La Palma está apuntalada a causa de las humedades

La cofradía y el Consistorio firmarán el próximo martes un convenio para mejorar la cúpula y los techos del templo El presupuesto para la obra asciende a 471.000 euros

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El faro de La Palma se apaga muy poco a poco y su luz deja de brillar en el cielo de Cádiz, ya que «se cae a pedazos para convertirse en toda una ruina». De ahí que el Ayuntamiento de Cádiz y la archicofradía, quien es la propietaria del templo, hayan unido sus manos, sus sueños y sus fuerzas para la rehabilitación de la iglesia con una acuerdo, que firmarán el próximo martes, 14 de febrero a las 11.30 horas. Un edificio emblemático no sólo para los vecinos de La Viña sino que también es una seña y guía del patrimonio gaditano.

Así, el templo, encuadrado en el Barroco, a primera vista engaña porque «su fachada es lo que mejor conserva». Tras el paso del umbral de su puerta, los feligreses y los visitantes se encuentran en el interior que la humedad ha hecho mella en el cascarón de la cúpula central, que se cae a pedazos como también ocurre con las cornisas. Por eso, el capellán se ve «más de un día con la necesidad de barrer los trozos de pared que caen».

Apuntalada

Sin embargo, esto no es nada. Las dependencias interiores, sin culto, muestran un estado lamentable debido a la humedad y al paso del tiempo. La sala de juntas de la archicofradía, ubicada en las antigua casa del sacerdote, sobrevive apuntalada a la caída del armazón de madera. El falso techo se ha derrumbado y las vigas muestran su mal estado de conservación al ser víctimas de la filtración del agua.

No obstante, no es la única sala apuntalada, ya que muchos techos se han visto reforzados con vigas de hierro para evitar su desplome. Es más, algunos suelos se hunden con la humedad como ocurre en el taller de la Hermandad, ya que entre las grietas, taponadas con plásticos, se filtra el agua debido a que muchos de «los techos son de uralita».

Al exterior, el tejado de la cúpula, en la cara que da al colegio, con el viento ha perdido decenas de tejas, que caen en el suelo provocando el rehundimiento de los techos de varias salas interiores mientras que otras han volado a las dependencias del colegio. Asimismo, la cofradía ha levantado un arco de refuerzo, a modo de arbotante, unido al edificio de vecinos para evitar su desplome.

«La parte más complicada está en el desmontaje de la cúpula ya que es la más afectada porque en su cara exterior el viento se lleva poco a poco las tejas», señala el presidente de la archicofradía de La Palma, Francisco Javier Lucero, quien apunta que «las obras implicarán el cierre al culto de la iglesia que se celebrará en Santa Catalina».

Rehabilitado en el 89

Un templo que ya fue rehabilitado con una obra de emergencia del 89 al 92, pero que la humedad se ha encargado de hacer de las suyas «yendo a peor». Además, la cofradía manifiesta que ha hecho frente a los gastos de mejora y saneamiento, ya que «si no hubiéramos hecho nada el templo se habría caído». Una herencia que se remonta a 1690 cuando la familia Peñalba se la cedió a la archicofradía y que a día de hoy es «una casa más del barrio».

Por eso, después de dos años de negociaciones, Consistorio y cofradía aúnan esfuerzos para la rehabilitación del templo, con un coste de 471.000 euros, que con la firma el próximo martes dará pie al comienzo de las obras «después de Semana Santa».