El nuevo PGOU de El Puerto pretende normalizar más de 3.000 inmuebles
Actualizado: GuardarEl objetivo de un Plan Urbano es delimitar las zonas de urbanización y ordenar el territorio del municipio de acuerdo a la Ley. Por medio de este documento, los ayuntamientos tienen en su mano la regularización de todos aquellos núcleos de viviendas que se construyeron al margen del Plan y, que por tanto, se consideran como irregulares. En El Puerto serán más de 3.000 los inmuebles que se prevén legalizar con el próximo PGOU, que actualmente se encuentra en su tramitación provisional.
Dentro de estos núcleos de viviendas, conocidos como DSPs (Desarrollos Sin Planeamiento), destacan algunas zonas como por ejemplo casos como el de la Hijuela del Tío Prieto donde se regularizarán 211 inmuebles, seguido de la Hacienda Dos Palmeras, donde se ubican 200, o, el camino viejo de Rota, por donde se reparten otras 192 casas irregulares.
En los últimos meses, el concejal de Urbanismo del Ayuntamiento de El Puerto, Juan Carlos Rodríguez, ha realizado una serie de visitas a estos diseminados para comprobar sobre el terreno, los límites que se seguirán en el PGOU para establecer dichas zonas como urbanizables o no.
Pinar de Coig
Pero, no hay que olvidar que la Fiscalía de Medio Ambiente investiga en la actualidad la denuncia que Ecologistas en Acción presentó en torno a las viviendas ilegales que se asientan sobre el sistema protegido de Pinar del Coig. Los juzgados determinarán las posibles responsabilidades del alcalde Hernán Díaz y de su concejal de Urbanismo sobre dicha urbanización ilegal. Actualmente el equipo de gobierno ha anunciado su intención de regularizar las viviendas que se encuentran en este paraje forestal. Para ello, han solicitado a la Junta de Andalucía una modificación en el Plan de Ordenación del Territorio de la provincia (POT). Por el momento, la consejería de Obras Públicas no se ha pronunciado al respecto.
Para Ecologistas, «con la excusa de solucionar 'errores topográficos', Rodríguez se ha lanzado a prometer ampliar las viviendas no se sabe hasta donde, pues a cada urbanización que se promete legalizar, se inician nuevas construcciones a su periferia, en una dinámica endiablada que parece no tener fin», explicaban los conservacionistas.