Obras, eternas obras
Actualizado: GuardarNo sé que pasa pero desde hace años venimos padeciendo gran cantidad de obras en nuestro entorno que no terminan nunca. Hay calles que parecen malditas, se levantan hasta tres y cuatro veces antes de abrirse al publico creando toda serie de incomodidades y para colmo, como sucedió en la cuesta de Javier de Burgos, quedan en tan mal estado que al poco tiempo se vuelven a levantar para adecentarlas. Hace ya por lo menos tres meses comenzaron las obras en la calle Antonio López, solo en su primer tramo, y no se ve avance ninguno.
Para que hablar de la polémica calle Nueva con sus celebres alcorques. Mientras se decide si se quitan o se dejan, si se cambia el diseño o no, pasarán meses con las lógicas molestias para comercios y vecinos. ¿No se podía haber previsto antes?
Pero si estas obras, a todas luces menores y que afectan solo a una parte limitada de la ciudad, son ya un problema ¿qué me dicen de las mayores?. No es de recibo el retraso en la reordenación de la Plaza de Sevilla. ¿Por qué no se abre la antigua estación remodelada y terminada hace meses?. Cuando se llega a Cádiz en tren, damos una imagen tercermundista. Hay que atravesar un descampado y recorrer un laberinto de vallas metálicas para llegar a la zona civilizada. Un verdadero desastre.
Para que hablar de las comunicaciones de la bahía. El pantalán de atraque para los ansiados catamaranes se ha destrozado con los primeros envites del mar de leva antes de ser inaugurado. ¿Se pedirán responsabilidades a alguien?. El tramo de la nueva autovía de tres caminos al puente de Melchor, terminado y señalizado hace ya mas de un mes se ha convertido en una trampa para los conductores circulando entre dos muros y con un peligrosísimo acceso al Barrio de Jarana. Dicen que no se abre al tráfico por problemas burocráticos, ¿No será mas cierto que hay problemas de agenda para el corte de la cinta?.
Dentro de poco se pondrá en marcha la maquinaria electoral, pronto llegan las municipales. Seguro que en breve comenzarán a sonar los «puedo prometer y prometo» tan propios de todas las campañas. Seguro que «todos» los partidos iniciarán la promoción de sus candidatos en apariciones con gran boato en los medios de comunicación y echándose flores por los logros conseguidos. ¿A quien quieren engañar?