Flamenco en el 'cole'
El cantaor Rancapino ofrecerá clases teórico-prácticas sobre arte jondo a los jóvenes de secundaria de Chiclana
Actualizado:Rancapino, garante de gran arte de la tradición flamenca de la provincia, el mismo que durante décadas lució su cante por trenes y ventas ante los señoritos de entonces, cambia de escenario y de público. Ahora llega hasta los más jóvenes para inculcarles el flamenco en primera persona.
La apuesta responde a la tercera edición de Flamenco en la escuela. La iniciativa, que el pasado año pasó un tiempo de ensayo, espera vivir en el 2006 «su consolidación», según el alcalde de Chiclana, José María Román, que calificó la presencia de Rancapino de «fundamental». Fue el propio Román el que hace tres años, cuando todavía no era alcalde, pensó en trasladar hasta las aulas el flamenco.
Por ello, desde el próximo lunes, todos los centros de secundaria de Chiclana, tanto públicos como privados, además del centro de adultos y el de Campano, recibirán una clase teórico-práctica de Alonso Núñez Rancapino, considerado uno de los cantaores de flamenco con más solera del panorama nacional. Durante un mes y medio, 1.500 adolescentes participarán en el programa.
Patrimonio cultural
Varias instituciones, como el Ayuntamiento y la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía han sumado esfuerzos para sacar adelante la iniciativa. Esta última se encargará de subvencionar los actos ya que, como ha comentado la delegada de Cultura en Cádiz, Bibiana Aído, el flamenco es «una seña importante de nuestra región».
El primer centro que tendrá el honor de inaugurar esta muestra, será el Instituto Pablo Ruiz Picasso, donde unos ciento cincuenta estudiantes podrán conocer de primera mano las particularidades del flamenco. A esta primera toma de contacto asistirán -además del propio Rancapino-, Manuel Piñero, quien se encargará de la presentación y comentarios, y Jesús Núñez, encargado del acompañamiento a la guitarra.
El maestro se muestra ilusionado por volver a tomar contacto con los alumnos. «Es una nueva experiencia que ilusiona mucho. Ver como se ponen de contentos, como preguntan y lo atentos que están es algo muy ilusionante».
Y el placer es mutuo. Según el delegado de Cultura, Juan Bosco de Alba. «En estos cursos he visto cosas impensables, como que suene la sirena del recreo y que ninguno de los jóvenes se mueva. Eso da cuenta del interés que tienen», subraya.
«El arte se lleva dentro», dice Rancapino, y recuerda que muchos de los jóvenes lo exteriorizan con mucha facilidad. «Lo más bonito de todo es cuando los niños que saben, se suben al escenario y compartimos juntos un cante».
Sin embargo, antes hay que romper el hielo. De ello se encarga Manuel Piñero, quien admite que «es muy difícil explicar a los chicos los distintos tipos de cante y de donde vienen».
Sin embargo, Piñero destaca que el esfuerzo vale la pena, aunque se tenga que enfrentar a las costumbres. «Cantar por soleá a las doce de la mañana no es normal, y nosotros lo que queremos es hacer todo lo contrario: que sea normal».
Cante ante los medios
La propia soleá sonó ayer de manos del propio Rancapino cuando, durante la rueda de prensa de la presentación de este programa, y a petición de José María Román, se arrancó sin dudarlo, ante los aplausos de los presentes.