La pionera Matilde Ucelay, de 94 años, se erige en la primera mujer galardonada en España con el Premio Nacional de Arquitectura

Primera dama de los planos

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Pionera, valiente, cultivada, trabajadora y arquitecta en un mundo en el que, por aquél entonces, sólo trabajaban los hombres. Matilde Ucelay Maortúa, de 94 años, galardonada con el Premio Nacional de Arquitectura, fue la primera en su profesión en España, una de aquellas mujeres que «supieron vivir con imaginación y abrieron caminos que ahora se pueden recorrer», dijo su hijo, Javier Ruiz Castillo.

«Quizás romper tabúes no sea tan duro como pensamos, y el interés de ser mujer, de irse colando por los rincones de la vida, marcó a mi madre y a esas otras progresistas de los años 20 que tuvieron que abrir el surco», añadió el profesor de Economía en la Universidad Carlos III, sobre el galardón concedido a su madre, represaliada en la posguerra.

El Jurado, que falló ayer el premio, valoró su «trayectoria excepcional» en la que «mantuvo en todo momento su actividad frente a las dificultades, sin dejar de construir edificios, especialmente viviendas». Entre éstas, la Casa Benítez (Lugo) o la Casa Oswald y las librerías Turner e Hispano-Argentina en Madrid.

Matilde Ucelay nació en Madrid en una familia liberal que respiraba el interés por las bellas artes, la literatura y el teatro, actividad ésta última que su madre, Pura Maortúa, directora de un grupo independiente -Anfistora-, alimentaba con lecturas y ensayos en la terraza de su casa donde frecuentó a Federico García Lorca. Cuando Matilde Ucelay estudiaba Arquitectura en los años 30 era la única mujer, lo que además de provocar alguna inquietud -«se tuvo que adaptar un aseo para chicas porque no había»- suscitaba respeto y se cuenta que cuando entraba en clase todos se ponían en pie. Tenía 19 años cuando ingresó en la Escuela en 1931 y se licenció cuatro años después.

«En la actualidad su estado es muy frágil, aunque está bien; cuando le di la noticia del premio pasaba por un buen momento y se alegró mucho», comentó Ruiz Castillo, que visitó a su madre ayer en la residencia donde recibe los cuidados propios de su edad.

Represaliada

La galardonada formó parte de la Junta del Colegio de Arquitectos y fue represaliada por un tribunal profesional debido a su filiación republicana y condenada a cinco años sin ejercer, lo que le obligó a trabajar en proyectos que luego firmaban algunos de sus compañeros.

Su primera obra fue la remodelación de su casa de vacaciones en La Granja. Desde entonces, realizó más de un centenar de proyectos, entre los que destacan un gran número de viviendas, edificios industriales y laboratorios, tanto en Madrid como fuera de la ciudad.

«Como en el caso de tantas mujeres pioneras que abrieron camino en las Artes y las Ciencias, Matilde Ucelay lo hizo en un campo particularmente difícil como la arquitectura», justificó el Jurado al proponer el galardón a la ministra de la Vivienda.