La Policía búlgara ha informado hoy de que ha desarticulado una red de tráfico de mujeres embarazadas que eran llevadas de Bulgaria a Grecia donde daban a luz y vendían sus bebés a familias que los adoptaban.
En la operación han sido detenidas seis personas, cinco hombres y una mujer, la jefa del grupo, que desde 2004 habían organizado el tráfico de trece jóvenes búlgaras de familias pobres que eran obligadas a vender sus bebés, aunque la policía admite que pueden haber sido muchas más.
Para fichar a la joven, de escasos recursos económicos, uno de los integrantes del grupo le ofrecía un préstamo y, pasado el tiempo, como la familia no estaba en condiciones de devolverlo, ofrecía la solución "salvadora" de que la mujer quedara embarazada para luego dar a luz y vender su bebé en Grecia. Otro delincuente del grupo se dedicaba a buscar mujeres ya embarazadas y convencerlas para vender el bebé cuando naciese.
A las futuras madres se les solían ofrecer de 3.000 a 6.000 levas por niño (1.500 a 3.000 euros, aproximadamente), aunque al final se les pagaba menos y tres de las mujeres no cobraron nada, precisaba la Policía, que señalaba asimismo que la adopción se efectuaba en territorio griego y el procedimiento duraba tres meses, durante los cuales a la madre se le obligaba a trabajar para cubrir los gastos de estancia.
Las parejas griegas procedían de Atenas, Larissa y otras ciudades del norte del país, y el precio que pagaban por la transacción era de 10.000 a 15.000 euros, según el sexo del bebé, ya que por los varones se pagaba más.