Un diario de Teherán premiará caricaturas sobre el Holocausto
Actualizado: GuardarUn periódico iraní convocó ayer un «concurso de caricaturas sobre el Holocausto judío» y los crímenes cometidos por Estados Unidos bajo el título ¿Dónde está el limite de la libertad de Occidente?. En su edición de ayer, el diario de Teherán Hamshari (El Ciudadano) aseguró que quiere conocer si la libertad de expresión defendida por los países occidentales es también válida para todos los casos. Explica que su iniciativa no busca vengarse de las caricaturas de Mahoma.
El anuncio del concurso coincide con las declaraciones del ex presidente iraní Hashemi Rafsanyani, que consideró que la publicación de las viñetas del profeta en Europa es un «complot del mundo occidental contra el islam». Rafsanyani, que ahora es el líder del influyente Consejo de Determinación, expresó esta postura en una reunión con religiosos y confió en que «los pueblos musulmanes son conscientes y no permitirán que los enemigos sobrepasen los límites».
«Los insultos contra el profeta aparecieron bajo el pretexto de la libertad de expresión, pero todos tenemos claro el objetivo», añadió Rafsanyani, uno de los políticos más cercanos al líder supremo de Irán, Alí Jamenéi, cabeza visible de la corriente conservadora del país. Pero las reacciones desde Irán van más allá de las protestas y declaraciones, ya que las autoridades decidieron suspender la emisión de permisos para la importación y distribución en la república islámica de productos daneses.
La Policía turca detuvo ayer al estudiante de 16 años que presuntamente asesinó el pasado domingo al sacerdote italiano Andrea Santoro en la localidad de Trebisonda, en la costa del mar Neglo. Santoro, de 60 años, fue abatido a tiros cuando rezaba en su iglesia de Santa María en esta localidad, mientras su asesino, según los testigos, gritaba «Alá es grande», antes de dispararle.
El fiscal Burhan Cobanoglu identificó al detenido como O. A. y precisó que fue capturado mientras se escondía en casa de un familiar en Trebisonda. El estudiante, al parecer, confesó que su acción se debió a «un pérdida de control por las caricaturas de Mahoma».