ESPAÑA

Los ecologistas dan un suspenso a la gestión medioambiental del Gobierno y hacen un balance «decepcionante»

Las cinco principales organizaciones censuran la «falta de compromiso» en asuntos como Kioto o la política energética Aprecian la mejora en el diálogo y la comunicación

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Diálogo y apertura sí, talante también, pero poca mejora sustancial en los grandes retos medioambientales que tiene el país frente a sí. Las cinco principales organizaciones ecologistas españolas -WWF/Adena, Greenpeace, Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife y Amigos de la Tierra- examinaron ayer al Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero. La conclusión es que no ha dado la talla.

En puertas de pasar el ecuador de la legislatura, el balance medioambiental es «decepcionante», valoró Juan Carlos del Olmo, de WWF/Adena. Ha cambiado la actitud del Gobierno, que, a diferencia del anterior Ejecutivo del PP, escucha y cede foros de participación a los ecologistas y a la sociedad civil.

El Ministerio de Medio Ambiente y su titular, Narbona, también salen bien parados. En las materias que gestiona directamente, la política de aguas, biodiversidad, participación... el Gobierno obtiene mejor valoración. Pero de poco sirve, dicen los ecologistas, si las grandes áreas encargadas del desarrollo y la explotación de los recursos naturales -Ministerios de Industria y Energía, Fomento y Agricultura y Pesca, no aplican a sus políticas verdaderos criterios de sostenibilidad medioambiental. Ahí es -insisten- donde el esfuerzo se malogra.

Control de gases

El control de las emisiones de gases de efecto invernadero y del cambio climático -España lo incumple con un 30% de emisiones por encima de las permitidas-, las políticas de transporte más contaminantes, la falta de impulso a las energías renovables o un desarrollo urbanístico desorbitado son, a juicio de los verdes españoles, asignaturas pendientes que el Gobierno socialista no ha sabido o querido acometer de verdad.

«España nunca cumplirá con el compromiso del Protocolo de Kioto si no es una prioridad para el Gobierno, implicando a todos los ministerios y con el liderazgo del presidente a la cabeza», resaltan en el manifiesto conjunto presentado ayer.

Es verdad, admiten, que buena parte de las competencias de gestión medioambiental corresponden a las comunidades autónomas, «que tienen una enorme responsabilidad» en la inacción general, pero eso no exime al Ejecutivo central de encabezar las estrategias globales y cumplir sus compromisos electorales. Todavía -dicen- no lo ha hecho.