SpaceX o cómo competir con satélites baratos
Actualizado: GuardarPoner en órbita satélites a precio de saldo es el objetivo de SpaceX, una nueva compañía privada estadounidense que pretende revolucionar el sector espacial a partir de este jueves, cuando efectuará su primer lanzamiento en un mercado que permite realizar pocos beneficios.
Falcon 1, el cohete de SpaceX, debe realizar su primer lanzamiento a las 00.30 horas del jueves desde la base militar estadounidense de Kwajalein, en las islas Marshall (Océano Pacífico, al noreste de Australia).
El Falcon 1, un cohete de dos cuerpos a propulsión de oxígeno-keroseno, pondrá en órbita al satélite FalconSat-2 por cuenta del departamento estadounidense de Defensa, con el objetivo de observar las perturbaciones que el plasma espacial causa en las telecomunicaciones.
Si el lanzamiento tiene éxito, el Falcon 1 se convertirá en la única lanzadera competitiva totalmente desarrollada por el sector privado.
Sus rivales -aunque pertenezcan a compañías privadas como Arianespace, Boeing o Lockheed-Martin- han sido creados por organismos gubernamentales con fondos públicos.
El objetivo declarado de SpaceX es reducir los actuales costes de lanzamiento de satélites. Propone precios de apenas 6,7 millones de dólares por satélite lanzado, mientras que las alternativas menos costosas ascienden actualmente a unos 20 millones de dólares por satélite. Por el momento, el cohete Falcon 1 es una lanzadera pequeña, aunque sus propietarios esperan contar con versiones más potentes a partir de 2007.
Estas últimas incluyen hasta un modelo capaz de poner en órbita geoestacionaria satélites de hasta 9,6 toneladas, tanto como la Ariane más potente y por un coste que no sobrepase los 78 millones de dólares.
Un iluminado
Detrás de estos revolucionarios planes para el sector espacial está el cerebro de un millonario de origen sudafricano de 34 años llamado Elon Musk.
SpaceX es la tercera compañía creada por Musk después de Zip2 -vendida a Compaq en 1995 por 300 millones de dólares- y PayPal, el sistema de pago por internet, comprado en 2002 por el sitio de subastas EBay por 1.500 millones de dólares.
«Invertí en SpaceX alrededor de 100 millones de dólares», declaró Musk en una entrevista concedida por escrito en la que se declaró «dispuesto a realizar una inversión más significativa, si fuese necesario. Sin embargo, después del primer lanzamiento tengo la intención de dejar entrar a otros inversores» en el proyecto.
Pese al optimismo de Musk, la historia del espacio está jalonada de frustrados intentos por parte del sector privado, desde las lanzaderas Conestoga al curioso cohete reutilizable Rotary Rocket, que tenía previsto volver a la Tierra gracias a gigantescas hélices de helicóptero.
«Algunos de esos proyectos eran parodias de dibujos animados, pero no todos eran tan extravagantes», recordó Rachel Villain, vicepresidenta de la empresa especializada en asesoría en tecnología espacial Euroconsult.
No obstante, todos fracasaron hasta ahora ya fuera por problemas técnicos, falta de financiación o a causa de la indiferencia del gobierno estadounidense.