BALONMANO

Los españoles todavía se preguntan qué es lo que falló en la gran final

Aspectos físicos y psicológicos explican la aplastante superioridad francesa

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El impacto psicológico de la lesión del capitán, David Barrufet, la mayor sobrecarga de partidos de los españoles, la menor rotación de Juan Carlos Pastor con respecto al Mundial de Túnez, o incluso la creciente irrupción de jugadores negros en el balonmano. Son algunas de las razones para explicar por qué Francia doblegó cómodamente a una España exhausta en una final que se presumía equilibrada.

«La consecuencia grave de la lesión de Barrufet en el minuto 15 (con el marcador 8-8) no es el rendimiento en la portería, porque Hombrados le suplió muy bien, sino la pérdida del líder, del jugador emblemático para sus compañeros», explicaba David Caballero, representante de jugadores y profundo conocedor del balonmano internacional, durante el viaje de Zúrich a Madrid.

A su lado Óscar Mainer, ex jugador de élite y actual director deportivo del CAI Zaragoza, apuntaba otra pista: como ha ocurrido en atletismo, fútbol y baloncesto, la raza negra empieza a brillar en balonmano, deporte que mezcla la carrera corta con el salto, el choque y el lanzamiento, en el que la potencia y la velocidad cuentan más que la resistencia; entre otras cosas, porque se permiten cambios de jugadores muy frecuentes. «Conozco bastante bien la Liga francesa, donde predomina el juego basado en el poderío físico, con una presencia creciente de jugadores negros», agregó Mainer.

En la selección francesa hay 6 de 16; pero sólo cuatro han jugado mucho en este Europeo (Narcisse, Dinart, Abati y Abalo), y solamente los dos primeros fueron determinantes en la final.

Siete para seis puestos

Los argumentos dados por Pastor e Iker Romero el domingo plantean ciertas dudas. El seleccionador recordó que España había tenido una segunda fase más difícil porque se enfrentó al rival más duro, Eslovenia, en el último partido, mientras que Francia lo había hecho en el primero. Pero no es menos cierto que Eslovenia jugó mucho más motivada contra Francia porque entonces era el líder de la clasificación, mientras que ante España no se jugaba nada, ya descartada. El central de la selección, elegido para el equipo ideal del Europeo junto al pivote Uríos, sostenía que los jugadores españoles y alemanes sufren un mayor desgaste que los franceses porque sus ligas nacionales son mucho más duras, y además luchan por los títulos de las competiciones europeas. Sin embargo, casi todos los jugadores franceses están en clubes alemanes o españoles, o en el Montpellier, único francés en la élite europea.

Ya fuera por bajo rendimiento de algunos jugadores, porque no se adaptaban al sistema Pastor, o por planteamientos técnicos, el seleccionador ha distribuido los minutos bastante menos que en Túnez, donde España fue tan físicamente superior a Croacia en la final como Francia lo fue contra España. Sólo siete jugadores ocuparon casi siempre los seis puestos de ataque durante ocho partidos en once días. Y la suma de todas esas pistas quizá explique por qué la final entre los dos mejores equipos del Europeo no sirvió para aclarar cuál es mejor en igualdad de condiciones físicas.