Barcelona rinde homenaje a la cartelería de Toulouse-Lautrec
El Museo Nacional de Arte Moderno muestra más de 30 obras del francés
Actualizado: GuardarEl Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC) expone desde hoy y hasta el 17 de abril un total de 33 carteles del artista francés Henri de Toulouse-Lautrec (1864-1901), en una muestra dedicada a mostrar esta vertiente creativa del considerado precursor del cartelismo moderno. La exposición está estructurada en tres ámbitos, el primero de los cuales repasa el París de la Belle Epoque con carteles de cabarés y espectáculos, mientras que el segundo contiene carteles que difunden libros y revistas, y el tercero, imágenes publicitarias que anuncian productos industriales de la época.
Se exhibe la práctica totalidad de los carteles realizados por el pintor, entre ellos el dedicado a la vedette May Belfort, único ejemplar del versátil artista que se conserva en el gabinete de dibujos y grabados del MNAC. Entre lo expuesto destaca también el de May Milton, en el que Lautrec, que lo firmó a mano, inmortalizó en 1895 a una cantante y bailarina anglosajona que actuaba en el Café des Décadents del París de la época.
Picasso incorporó ese cartel al fondo de su cuadro La Chambre Bleue, pintado cuando empezaba su periodo azul, en su segunda estancia parisina, en 1901, año de la muerte de Lautrec .
El comisario de la muestra, el belga Ephrem, ha considerado que con esa relación pictórica de los dos parece que Lautrec, que estaba en el periodo final de su vida, le «pasara el testigo a Picasso».
La obra de Toulouse-Lautrec marcó de manera importante el arte gráfico catalán de principios del siglo XX y su influencia se puede observar en la obra de artistas como Ramon Casas o Miguel Utrillo, quienes vivieron en 1880 en el barrio parisino de Montmartre. En este sentido, el comisario de la exposición ha remarcado la «renovación» en el trabajo cartelístico europeo que representó la obra de Toulouse- Lautrec, quien «supo cambiar los dos puntos de mira de los personajes».
Emblemas
Ha destacado también el gusto del autor por las estampas japonesas, «tan de moda en el momento», y la modificación de «la percepción, el espacio y el dibujo» que representó su obra. Asimismo, entre las obras expuestas se halla el emblemático cartel Moulin Rouge, La Goulue, realizado en 1891, encargado al artista por el propietario del music-hall parisino y que fue cartel y también litografía. Con esta obra, Toulouse- Lautrec desplazó a Chéret, cartelista que desde hacía una veintena de años alegraba los muros de París.
Destaca también el cartel Ambassadeurs, Aristide Bruant, dedicado en 1892 al café-concierto y al cantante, respectivamente, y el pintado para el café del barrio parisino de Montmartre conocido como Divan Japonais.
La exposición no contiene esbozos ni piedras litográficas utilizadas por Toulouse-Lautrec para elaborar sus carteles y, exceptuando el del MNAC, las obras pertenecen al Museo de Ixelles (Bruselas), centro que conserva una de las colecciones más importantes del artista, junto a la de Albí (Francia), ciudad natal del artista, y a la de Dresde (Alemania).
La colección belga se ha expuesto con anterioridad en Valencia y en Madrid y después de Barcelona volverá a su sede, en el distrito bruselense de Ixelles, que ya la ha completado con una última adquisición del cartel de La Gitane, en proceso de restauración.