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El líder de Depeche Mode, David Gaham, durante el concierto de anoche en el Palacio de Deportes de Madrid. / EFE
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Depeche Mode regresa a España con toda la magia de los 80

Después de cinco años sin tocar en Madrid, el grupo británico presentó en directo su último álbum, 'Playing the angel' y repasó sus clásicos

EFE | MADRID
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Llevaban más de 5 años sin tocar en Madrid, pero anoche rompieron ese silencio y consiguieron que, a pesar de que la idea era presentar en directo los temas de su último álbum, Playing the angel, clásicos como Just can't get enough, Behind the wheel o Personal Jesus, trajeron de nuevo la magia de los 80.

El tecno oscuro y a veces siniestro del conocido como trío de Basildon, ciudad británica en donde surgieron hace más de 25 años, se convirtió en festivo y bailón, quizá en parte porque así se lo pedían las 15.000 almas que llenaban el Palacio de Deportes de la Comunidad de Madrid. Hoy lo harán otras tantas.

Un glamuroso, tatuado, depilado, curtido, estilizado y ajustado en negro, David Gahan no paró de moverse en las dos horas que duró el concierto y desde el primer minuto -la puntualidad fue de lo más británica- estuvo entregado a la causa, bailando, girando, contoneándose, pavoneándose y mostrándose, aunque cuarentón, en perfecta forma física.

Para empezar y en un escenario cual nave espacial presidido por una gran bola del mundo, en la que se iluminaban palabras como sex, love, vice y pain (sexo, amor, ángel, vicio y pena), todas ellas en referencia al contenido de las canciones, Depeche Mode eligió, dos de los singles del disco que venían a presentar, A pain that I'm used to y John the revelator, para continuar con dos piezas de la segunda parte de la década de los ochenta, A question of time y Policy of truth.

Precius, la canción que actualmente se pincha en las radiofórmulas, precedió a otros de los éxitos, Walking in my shoes, y Suffer well, escrita por Gahan, que desde tras su debut en solitario hace pocos años firma tres de los cortes del nuevo disco. Otro de ellos, I want it all, también sonó.

El letrista y guitarrista Martin Gore, el teclista Andrew Fletcher y el cantante Dave Gahan, para muchos los padres del house, estuvieron acompañados en escena por un batería y un encargado de los sintetizadores, marca habitual de la casa desde sus inicios allá por 1980, cuando reinaba el conocido como movimiento 'new romántic', del que quedan pocos representantes, como Duran Duran y unos cuantos.

La eterna banda de pop electrónico, que actuará el viernes y el sábado en Barcelona, para en verano volver a San Sebastián, Benicássim (Castellón), Torrevieja (Alicante) y Granada, dejó sólo en el escenario a Martin Gore, ataviado con penacho y alitas de plumas negras, para interpretar Demaged people, también del nuevo álbum, y Home, un tema de finales de los noventa.

Con 50 millones de discos vendidos en todo el mundo, dos millones de ellos de este Playing The Angel, un disco producido por Ben Hillier, que ha colaborado con otras bandas como Doves y Blur, Depeche Mode dieron un repaso a grandes temas de su repertorio con los que hicieron las delicias del público.

Sonaron Personal Jesus, World in my eyes, Enjoy the silence, Behind the wheels y I feel you, y dejaron para los bises Shake the disease -con Martin al micrófono y Andrew a lo teclados, y un sonido muy cercano a Vince Clark, uno de los miembros fundadores y ahora al frente de Erasure con Andy Bell- y Everything Counts y Just can't get enough, una canción que cumple ahora 25 años y suena a compuesta antes de ayer.

Para cerrar, volvieron una vez más a los ochenta con Never let me down again, y Goodnight lovers, de su anterior álbum, Exciter, cantada a dúo por Dave y Martin en medio del público.