«Mis padres se alegran de tenerme en casa»
Salvador Camacho Soto tiene 27 años y aún vive con sus padres
Actualizado:Salva tiene 27 años y vive con sus padres. En sus planes de futuro no tenía cabida esta idea, pero la dificultad a la hora de encontrar trabajo y el hecho de que los alquileres estén subiendo como la espuma le han llevado a esta situación. Logró independizarse hace cuatro años. Se fue a Pamplona a trabajar porque unos amigos le ofrecieron empleo. Antes del verano de 2004, y tras varias ocupaciones, decidió regresar a El Puerto. «No conseguía ahorrar mucho y me cansé de aquello. Aunque pude aprovechar para pagarme el carné de conducir y comprarme un coche de segunda mano, lo cierto es que prácticamente me gastaba casi todo lo que ganaba en alquiler y mantenimiento».
Al regresar, encontró trabajo durante el verano para una empresa encargada de repartir publicidad. «No me fue mal, esos meses llegué a ganar casi 900 euros netos». Pero la temporada es corta y su trabajo, por horas, desciende en invierno. «Lo que gano durante esos meses son unos 300 ó 400 euros».
En octubre de 2004, Salva empezó un módulo de Técnico Superior en Proyectos de Construcción. Son seis horas por la mañana, lo que permitió que lo compaginara con su empleo, que desarrolla por la tarde. «Ahorré dinero y en marzo del pasado año me fui a vivir con un amigo. Pagábamos 300 euros de alquiler y estaba con el agua al cuello. Aprendí a ajustarme el cinturón, pero mereció la pena por la comodidad que otorga la independencia, aunque también te haga ser más responsable».
La situación no duró todo lo que Salva hubiera deseado. Recientemente su compañero se quedó en paro y tuvieron que volver cada uno a la casa paterna porque no eran capaces de hacer frente a los gastos. «Mis padres nunca me han puesto ninguna pega, todo lo contrario, se alegran de tenerme en casa».
Aunque pensó en buscarse un nuevo compañero de piso, ahora ha cambiado de opinión. «Esperaré a que el módulo que estoy haciendo termine en junio, ahorraré dinero de cara al futuro y según esté mi situación laboral, buscaré algo o no. Si continuo sin ganar lo suficiente, seguiré con mis padres». Y para Salva lo suficiente serían 800 euros. «Con los pocos gastos que tengo, haría frente a un alquiler y al coste de la vida. Lo que no me he planteado ni de lejos, con lo que gano, es hipotecarme con una casa».