La precariedad laboral y un salario medio de 900 euros lastran la emancipación juvenil
El sindicato CC OO alerta de que el empleo de mala calidad ha desplazado al paro como principal problema de los jóvenes en el mercado de trabajo El sector servicios tiene la mayor temporalidad y los sueldos más bajos
Actualizado: GuardarLa vivienda toca techo, el uso del coche se pone crudo por el encarecimiento de la gasolina y hacer el agosto en la campaña estival es cada vez más difícil por la excesiva estacionalidad del sector turístico. Estas condiciones que recortan el poder adquisitivo de los trabajadores se multiplican entre los jóvenes porque deben afrontar estas dificultades desde una situación de mayor desventaja: con 900 euros en el bolsillo y trabajos que en muchos casos no superan una semana de duración.
Los menores de 25 años disponen de un salario medio de 14.500 euros, lo que significa un 30% menos que el promedio en el mercado laboral andaluz, que oscila en torno a los 19.800 euros, según la Encuesta de Estructura Salarial realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2002 y aplicando la subida anual conforme al incremento de la inflación.
Este sueldo bruto anual supone una paga mensual que no supera los 900 euros (restando la retención de la Seguridad Social), lo que convierte la emancipación juvenil en una odisea económica que pocos pueden afrontar con garantías. Sólo la entrada en la treintena permite aspirar a una remuneración más acorde al coste de la vida actual, ya que, partiendo del estudio del INE, la remuneración de los trabajadores de entre 30 y 39 años ya se acerca a los 20.000 euros que, traducido en catorce mensualidades son 1.500 euros.
Mayoría
Esta negativa realidad laboral es especialmente adversa en el sector servicios, el mayor empleador en la provincia gaditana, porque el salario se reduce a 13.830 euros en el segmento de 20 a 30 años y a los 9.250 euros para los que no alcanzan la veintena, 660 euros en catorce pagas. Esta cantidad no llega a ser ni la mitad del promedio que se maneja en la hostelería, el comercio y las actividades de ocio y auxiliares, que ronda los 20.500 euros, y, desde luego, es insuficiente para encarar una vida en solitario.
Este panorama económico hace inevitable el retraso en la salida del hogar familiar, que sólo se plantea en muchos casos a través de pisos compartidos.
A la limitación de dinero se une también la escasa estabilidad en el trabajo con empleos que se encadenan sucesivamente. Esta temporalidad, extendida en Cádiz por el fuerte impacto del sector servicios, es más intensa entre los jóvenes, como demuestra el último balance de contratos de enero.
El Servicio Andaluz de Empleo registró el pasado mes 43.915 contratos, de los que una cuarta parte (10.550) fue a menores de 25 años. Sin embargo, esta ratio es todavía menor en los indefinidos, porque únicamente 115 de los más de 10.000 fueron de este tipo, lo que supone un exiguo 1,1% del total de contratación juvenil en enero, un mes marcado por la caída laboral tras la temporada de rebajas de invierno.
Campaña pública
Para concienciar de la crudeza de estas condiciones que sufren en mayor o menor medida todos los jóvenes, el Consejo de la Juventud y los sindicatos CC OO, UGT y USO han puesto una campaña que difundirán por todas las provincias andaluzas bajo el lema Que nadie te engañe, trabaja por lo justo. El objetivo de esta iniciativa es denunciar y luchar contra esta realidad desde la implicación y la participación activa de los propios afectados, porque «es evitable y no podemos permitir que nos digan que es normal», según criticó la secretaria de Juventud de CC OO en Andalucía, Nuria López.
La responsable argumentó así que la precariedad ha desbancado ya al paro como principal preocupación juvenil, de ahí que los promotores de esta campaña reclamen que se limiten las causas y el tiempo de encadenamiento de contratos.