Fue mano pero Guerrero pitó tarde

Aunque es difícil de ver, creo que cacique Medina tocó el balón con la mano. La trayectoria que sigue el balón hacia la red, indica que el uruguayo se valió de esa parte del cuerpo para alojar la pelota en las mallas. Lo que sí tengo que decir es que Rafa Guerrero pitó muy tarde, por eso, para mí es gol legal. Cuando el árbitro da gol, el tanto debe subir al marcador, eso es de ley. Además, si se pita mano debes quedarte en el sitio donde se ha cometido la infracción, y eso no lo hizo el colegiado. Fue una pena y una injusticia para el cadismo el arbitraje de ayer.

Dos mitades distintas

Centrándonos en asuntos meramente futbolísticos, hay que decir que el Cádiz hizo ayer un partidazo, con mayúsculas. Empezó dando el equipo de Víctor Espárrago, marcando nada más empezar el choque. En ese momento el equipo que ayer iba de verde, era el dueño de la situación, se anticipaba a todas las jugadas de los centrocampistas del Villarreal. Fue una pena la lesión de Iván Ania, con fractura de clavícula, que hasta ese momento, le estaba dando bastante criterio al juego del equipo de Espárrago. El ovetense es como Estoyanoff pero con menos nervio, será una baja sensible para el Cádiz.

También fue una lástima que el equipo no terminara de romper, que desperdiciara tantas ocasiones. La de Nenad, por ejemplo, fue clave, llevaba marchamo de gol y al final, el balón se estrellón en el poste. Hay que señalar que fue una parte para cada equipo: al Cádiz le correspondió dominar en los primeros cuarenta y cinco minutos y a los de Pellegrini, en la segunda mitad. Es justo reconocer que el Villarreal luchó hasta la extenuación tras el descanso. Me gustó mucho la labor de Diego Forlán, aunque no marcó ningún gol, ayudó a sus compañeros en todas las partes del campo. El rival ayer del Cádiz es un equipo que depende mucho de Román Riquelme, un hombre que marca el ritmo de los encuentros.

En fin, un empate que no viene mal y que viene a refrendar la mejoría cadista desde que comenzó el año. Ahora vienen dos partidos seguidos en el Ramón de Carranza, ante Sevilla y Osasuna, donde el equipo de Espárrago se juega media permanencia.