Invitación al consenso

Mañana arranca la tramitación de la reforma del Estatuto de Cataluña en la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, que, bajo la presidencia de Alfonso Guerra, debe orientar su trabajo hacia una triple misión: elaborar el mejor Estatuto posible, velar por la plena constitucionalidad del texto y procurar el máximo apoyo a un Estatuto que será la pauta de la reforma territorial que finalmente alcanzará a todas las comunidades autónomas del régimen general. El acuerdo entre el Gobierno y CiU tiene la doble virtud de haber moderado el texto emanado del Parlamento catalán hasta hacerlo digerible y constitucional y de haber asegurado una suficiente mayoría tanto en Barcelona -con vistas al referéndum preceptivo- como en Madrid, pero es manifiesto que esta reforma de la estructura del Estado reclama un consenso todavía mayor: el que incluya al principal partido de la oposición, actualmente obstinado en afirmar que la propuesta aprobada en Cataluña era inconstitucional y que nada ha cambiado desde entonces. Es preciso, en fin, que el Gobierno insista en la invitación al PP a participar en la génesis del Estatuto y que el PP baje de la nube y acepte su papel con realismo y aplicación.