Otro 'puma' para el Club Deportivo Chapín
En la historia del último fichaje del Puma se mezcla el deporte y el amor a partes iguales; Casañas reconoce que «algún día me gustaría representar a España»
Actualizado:L a de Frank Casañas, es una historia marcada por el deporte y por el amor a partes iguales. Detrás de la última incorporación del Puma Chapín Jerez se esconde uno cuento que habla de un deportista de la élite internacional que ve como su carrera deportiva puede dar un giro de noventa grados gracias a una palpitación amorosa de su corazón.
Frank nació en Cuba hace veintisiete años. Allí, su potencia física destacó desde muy joven, y él, inquieto como el que más, comenzó a aprovechar sus cualidades físicas parar el deporte. El cubano entró en este mundo por la puerta del baloncesto, deporte que practicó durante gran parte de su niñez. Cómo él mismo dice, jugaba «de delantero» y llegó hasta la categoría júnior del Ciudad de Habana.
Algún entrenador debió ver la gran potencia con la que lanzaba el balón, los saltos con los que se imponía a los rivales, o la velocidad con la que entraba a canasta, pues se lo llevaron al atletismo. «Siempre he intentado compaginar los dos deportes, pero poco a poco me tuve que decir por uno. Obviamente me quedé con el atletismo» cuenta el ahora lanzador.
En Cuba, y bajo el amparo de la Federación Cubana, comenzó a progresar y a especializarse. Cambió el balón de baloncesto por el disco y el peso. Pronto comenzó a realizar grandes marcas y a rendir a gran nivel en campeonatos que poco a poco iban siendo de superior importancia. Panamericanos, Iberoamericanos, e incluso Mundiales y Olimpiada.
En uno de ellos, concretamente en el Iberoamericano de Brasil en 2000, no sólo se encontró con la medalla de oro, sino que también conoció a la que su actual pareja. Una lanzadora de martillo española, que a conseguido que Frank deje su Cuba natal para afincarse en España. «Después de unos años de noviazgo, decimos afianzar la relación y por eso me he venido para España».
El pasado junio se trasladó a Madrid, donde terminó la preparación para el último Mundial en Helsinki. Allí defendió los colores de su país, pero ya la pasión le ataba a España. Hasta ese momento había competido siempre como atleta independiente, sólo contaba con la ayuda que le podía brindar su país. A la vuelta de Finlandia su manager le aconsejó que se planteara la idea de ingresar en alguno de los clubes españoles. Y tras varios meses meditando, esta misma semana se ha decantado por el ofrecimiento del Puma Chapín Jerez. «Me ofrecieron la posibilidad de incorporarme al Puma, y la verdad es que lo tenía bastante claro. Es el mejor club de España, y para mí es todo un orgullo defender los colores del club jerezano».
De momento no se moverá de Madrid, pues allí cuenta con el asesoramiento de José Luis Martínez, su entrenador. «Desde que he llegado a España he evolucionado muchísimo, gracias al apoyo de mí técnico». Aunque el lanzador no olvida sus raíces. «En Cuba hay muy buenos entrenadores, el problema es que no contamos con los medios, ni la tecnología que tiene acá en España».
Actualmente domina tanto la disciplina de lanzamiento de peso como de disco, pero el Puma lo ha fichado para que aporte puntos en la Copa de Europa desde la plataforma de lanzamiento de disco, y conseguir así el podio en la competición continental.
Aún no conoce el calendario de competiciones en las que participará, pues afirma que «nos tenemos que poner de acuerdo. El manager tiene que ver las fechas y luego el entrenador decidirá a la que voy». Ahora defenderá los colores del Puma, y competirá como atleta cubano, pero Frank reconoce que «algún día me gustaría participar en un gran evento con el combinado español».