La ausencia de Riquelme solventa la principal preocupación de Espárrago

Sin miedo a nada. Ni a Riquelme ni a su sombra que nazca desde la grada de El Madrigal. Víctor Espárrago lo tenía claro en la mañana de ayer aunque para prevenir se ponía en lo peor. «Tenemos que pensar que va a jugar aunque si no juega mejor», confesaba ayer el entrenador uruguayo antes de que a la tarde saltará la noticia desde el campo de entrenamientos del conjunto castellonense.

De esta forma, la principal preocupación de Espárrago quedaba aliviada. No obstante, ya avisaba de la calidad de toda la plantilla castellonense. «Si no está Riquelme, estará otro», comentaba restando importancia a la presencia del argentino, de quien destacaba «el peso específico» que tiene el el equipo de Pellegrini..

Aunque el Cádiz se enfrenta a un rival de champions con el poco tiene que perder, sí es verdad que en caso de una derrota y ante la inminente llegada del Sevilla a Carranza, los amarillos podrían verse en breve posicionados en una plaza delicada. No obstante, a Espárrago no le preocupa la clasificación ni los resultados de otros equipos ya que sólo «tenemos que mirarnos a nosotros para conseguir los puntos que nos permitan alcanzar el objetivo». En esta línea, manifestó que siempre «tenemos que exigirnos más».

Sin importarle la emvergadura del rival, el técnico amarillo propondrá a su colega chileno del banquillo de al lado un partido de poder a poder. «Siempre que salimos al campo pensamos en ga-nar», avisó el charrúa.

Con motivo de la visita al feudo del otro submarino, Espárrago fue preguntado acerca de la polémica por la propiedad del apodo. Fiel a su estilo y sin desmarcarse un ápice del aspecto deportivo declinó opinar sobre un asunto que «no me preocupa», dijo.

Al hilo de las críticas de sus jugadores al estado del césped de Carranza valoró que «está en perfectas condiciones dentro de lo que se le puede pedir a un campo como el nuestro».

Para acabar, comentó que no le preocupa la cercanía de los Carnavales porque sus jugadores, al ser profesionales, «saben como debe ser su comportamientos y que tienen que hacer en su tiempo libre», concluyó.