Una pesada carga

Lo de los arbitrajes en el fútbol es algo que ya me empieza a cansar pero que a veces merece reflexiones profundas. Hace tres semanas, el Sevilla perdía en el Santiago Bernabéu. La prensa hispalense arremetía contra el arbitraje de Puentes Leira porque en el último minuto no dio la ley de la ventaja en una jugada protagonizada por los sevillistas. Casualidad será pero al partido siguiente a los nervionenses les pitaban un penalti más que dudoso contra el Racing de Santander. Los montañeses protestaron, sobre todo Preciado en la rueda de prensa posterior. A la semana siguiente, precisamente contra el Cádiz, el equipo cántabro fue favorecido, me digan lo que me digan, porque el penalti que le pitaron a todas luces no fue.

Pese a llevar unos años viendo fútbol y confiar siempre en la buena voluntad de los colegiados, esta circunstancia no da que pensar. Es mucha casualidad que el conjunto que ha sido perjudicado a la semana siguiente resulte favorecido ¿No da que pensar que en la Federación se observan con lupa los arbitrajes y se intenta compensar a los que han resultado perjudicados?

Por cierto, como siempre, y aunque no tenga nada que ver. Ahí va una perla de la prensa proculé (no todo va a ser contra la prensa mafional). Estando en Barcelona viendo al Cádiz en la Copa pude leer lo que escribían sobre la suspensión del Valencia-Deportivo. Lo calificaban de «escándalo» en alusión a la actitud del respetable. Sin embargo, cuando lo del cochino de Figo intentaron maquillarlo diciendo que tanto el portugués como Medina Cantalejo habían provocado. Lo dicho, lo de estos árbitros es una pesada carga.

P.D. Aunque para pesada carga la de Manolo Santander y su cuadrilla. ¿Qué arte!