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Solos ante los grandes

Los empresarios se quejan de la falta de ayuda del Estado para hacer frente a esta nueva bajada de los precios

TEXTO Y FOTOS: PAULA ALÁEZ / ROTA
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Preocupados y desvalidos. Así se sienten los propietarios de estancos de la provincia de Cádiz ante las cuantiosas pérdidas que se les avecinan con la bajada de precios de la tabacalera Altadis. «Demandamos ayuda del Gobierno central para hacer frente a esta situación porque nuestro sector, al ser una concesión estatal, está atado de pies y manos», explica Manuel Jesús, estanquero de un establecimiento roteño.

«Tenemos miedo a protagonizar acciones de protesta y las grandes multinacionales lo saben, y por eso están jugando con nosotros de esta forma», agrega Eustaquio, un compañero de profesión de Manuel Jesús.

Junto al temor, la indignación es el sentimiento más generalizado entre todos los estanqueros. «Lo que ha ocurrido con Altadis me supone más de un millón de las antiguas pesetas de pérdidas ya que el Fortuna está 65 céntimos más barato cuando nosotros sólo le sacamos 10 céntimos de beneficio por cajetilla», comenta otro estanquero roteño.

Sólo un aviso

«Todo esto tiene un trasfondo mucho más fuerte de lo que parece», manifiesta Marta, una joven estanquera que vaticina que la bajada de precios de Altadis no es más «que un pequeño aviso de lo que está por venir». «Primero fue Philip Morris, ahora Altadis y la semana que viene será BAT quien disminuya también sus precios; es una guerra de mercado entre tres empresas muy fuertes y los grandes perjudicados somos los estanqueros», declara Marta.

Esta joven roteña confiesa que su sector profesional se siente «solo ante la peligrosa situación que se nos avecina». Según comenta Marta, las multinacionales Philip Morris y Altadis han dado orden a la distribuidora Logista, encargada de entregar y recoger los pedidos, que en caso de descontento del estanco, no les permitan a los estanqueros devolver sus productos. «No podemos devolver el tabaco y tampoco hacer boicot porque se nos sancionaría legalmente, por eso pedimos que la Administración central intervenga», explica la estanquera, quien atribuye la difícil situación actual que atraviesa su sector «a la competencia con los cigarrillos económicos».

Responsabilidad

Algunos estanqueros culpan a la nueva ley antitabaco del Gobierno de Zapatero, otros delegan responsabilidades en el boom de las marcas baratas, pero, al margen de una búsqueda de culpables, todos los propietarios coinciden en una única opinión: el sector vive una fuerte crisis que es necesario atajar.