'Enfoque'
Actualizado: GuardarEl programa de debate de La 2, Enfoque, ha cambiado de rostro: tras la marcha de Pedro Piqueras ha venido Elena Sánchez, que hasta ahora presentaba Crónicas. Nadie ignora que la cuota de pantalla de Enfoque se numera con los dedos de una mano; pese a ello, hay que decir que ha venido siendo un debate ejemplar, plural, bien conducido y que se ha acercado a cuestiones de gran interés.
El asunto escogido para esta semana venía traído por la actualidad: a propósito de la gala de los Goya, se trataba de examinar el estado del cine español. Esto es cuestión de gustos, pero a mí, personalmente, me gustaba más Enfoque con Pedro Piqueras que con Elena Sánchez. Hay una razón objetiva: la imagen de Piqueras está más asociada con la información de fondo y con la neutralidad que la imagen de Sánchez, demasiado vinculada a la presentación y a la crónica.
No es previsible que el cambio vaya a afectar en modo alguno al programa ni a sus parcos índices de audiencia: por lo que se va viendo, la audiencia de Enfoque se compone de una exigua cantidad de fijos y de otra cantidad de público variable en función del asunto tratado.
No parece que el tema escogido esta semana, el cine español, vaya a ser uno de esos que luego se comentan durante toda la semana. Y no tanto por el objeto de discusión en sí, que siempre es interesante, como por el tono general del debate, que fue de una unanimidad casi búlgara. El discurso dominante en torno al cine español puede compararse al que se aplica a las especies animales en peligro de extinción: he ahí a ese bravo espécimen, bello y de prodigiosa arquitectura, obligado cruelmente a competir con depredadores extranjeros, por lo que es justo y necesario procurarle abundante alimento y velar por su capacidad reproductiva. Ese discurso, en el debate de La 2, era aceptado tácitamente incluso por quienes osaban formular algunas críticas. De manera que debate, lo que se dice debate, no hubo. Y para eso, la verdad, no hace falta un programa en La 2.