El desalojo de un asentamiento judío en Cisjordania deriva en una batalla campal
Miles de colonos recibieron con piedras y bloques de cemento a la policía y el ejército en el enclave de Amona Los enfrentamientos se saldaron con más de 200 heridos
Actualizado: GuardarEl asentamiento judío de Amona se convirtió ayer en el escenario de una auténtica batalla campal. Cerca de 6.000 soldados y policías israelíes utilizaron porras y gases lacrimógenos para desalojar a unos 5.000 colonos que se habían atrincherado en el enclave, situado en la Cisjordania ocupada, y que se defendieron con gran virulencia. El violento espectáculo, que se saldó con más 200 personas heridas, fue transmitido en directo por los tres canales de televisión hebreos.
La evacuación de Amona, que fue decidida por el primer ministro hebreo en funciones, Ehud Olmert, y ratificada por el Tribunal Supremo, forma parte del desmantelamiento de un grupo de 24 enclaves que, según las autoridades, son «ilegales» porque se han construido sin permiso del Gobierno. El derecho internacional reconoce que todos los asentamientos son ilegales.
Alrededor de cinco mil colonos llegaron a Amona en los últimos días desde toda Cisjordania para impedir el desalojo que el Ejecutivo había anunciado días atrás. Sin embargo, las nueve casas que había en el enclave fueron demolidas por las excavadoras militares. Los manifestantes, que en su práctica totalidad eran niños y jóvenes, se subieron en los tejados de los nueve edificios y se rodearon de alambres de espino armados con piedras, bloques de cemento, pintura, excrementos y todo tipo de objetos que lanzaron contra las fuerzas de seguridad.
Los agentes emplearon algo más de cuatro horas en desalojar los tejados y necesitaron más tiempo para evacuar a los colonos que había en el enclave. Entre los más de 200 heridos, dos se encontraban anoche en estado grave: un adolescente y un policía que recibió en la cabeza el impacto de un bloque de hormigón. Dos de los cinco diputados de la extrema derecha que acudieron a Amona a jalear a los colonos también sufrieron heridas, aunque de poca entidad.
Grandes riesgos
Todos los analistas coincidieron en señalar que los enfrentamientos desatados en Amona fueron muy superiores a los registrados el pasado verano, cuando las fuerzas de seguridad evacuaron 26 asentamientos en la franja de Gaza y el norte de Cisjordania.
«La protesta es algo legítimo, pero es una falta de responsabilidad tirar piedras y bloques de cemento a las cabezas de los agentes» comentó un oficial de la policía. Según explicó un portavoz de las fuerzas de seguridad, los primeros efectivos que subieron por las escaleras móviles a los tejados corrieron grandes riesgos, e incluso pusieron sus vidas en peligro a causa de los objetos que los colonos arrojaban.