Una cuestión de educación y civismo

A primera vista, para un foráneo, podría parecer que en Cádiz hay más perros que en otras ciudades. Es una imagen engañosa. Lo que ocurre, como explica el presidente del Colegio de Veterinarios de Cádiz, Federico Vilaplana, es que la falta de zonas verdes hace que los dueños tengan que pasearles por las vías públicas. De hecho, aunque en invierno la playa luce copada de estos animales, cartales bien visibles colocados cada pocos metros, recuerdan a los propietarios que esa costumbre está prohibida. No parece disuadir a muchos.

«Es una cuestión de educación y de conciencia», subraya Vilaplana, para quien la situación ha cambiado mucho desde hace 25 años, que son los que él lleva trabajando en Cádiz. «La persona que deja que su perro defeque en la vía y no lo recoge es la misma que va a la playa y deja allí la basura después de comer».

En este sentido, el Colegio ha realizado una campaña para tratar de cambiar esta mentalidad.

En su opinión, los pipican no son lo más efectivo, «porque al final no se limpiaban, creaban pulgas y nadie quería llevar a su perro allí» y en cuanto a las papeleras con bolsas para la recogida, es importante que estén bien surtidas.