España luchará por meterse en la final contra Dinamarca
Los hombres de Juan Carlos Pastor están a dos victorias de lograr el soñado doblete que les alzaría como el mejor equipo del mundo
Actualizado: GuardarLa selección española no se ha dejado vencer por la presión y ha certificado su pase a las semifinales del Europeo de Suiza como primero de grupo tras imponerse a Eslovenia por 39-33. Dinamarca será su rival el sábado a partir de las 14:15 mientras que la otra semifinal enfrentará a Croacia contra Francia.
Como ya viene siendo costumbre en esta segunda fase del Campeonato de Europa a la selección española le costó entrar más de lo conveniente en juego, especialmente en defensa, donde el 5-1 elegido por Pastor, no consiguió leer las líneas de pase a los pivotes. Por fortuna, el descanso concedido ante Ucrania al lateral izquierdo Alberto Entrerríos, no pudo sentar mejor al asturiano, que se echó el peso del equipo en ataque, con cuatro goles en los primeros quince minutos de juego.
España se condenó a entrar en una peligrosa dinámica de pequeñas ventajas, nunca superiores a los dos goles, y remontadas, que tan sólo sirvieron para que los eslovenos, sin nada ya en juego, se metieran de pleno en el partido, lo peor que les podía pasar a los de Juan Carlos Pastor. Convencidos de sus posibilidades de victoria, la selección padeció la mejor versión, hasta el día de hoy inédita en el campeonato, de los Rutenka, Zvizej y, sobre todo, del central del Celje, el ex jugador del Ademar de León Uros Zorman.
Una fiesta a la que también se unió el cancerbero Gorazd Skof con varias intervenciones de mérito, que, sin embargo, no impidieron que el equipo español, gracias a Barrufet, se marchará al descanso, con la máxima renta del primer tiempo, tres goles (16-19). Dos goles y un penalti, transformado por Albert Rocas, infalible en la segunda mitad, permitieron al combinado español adquirir la tranquilidad necesaria para ajustar de una vez por todas su juego, que únicamente en estos segundos treinta minutos encontró la oposición de Lubej.
Una resistencia que finalmente acabó por ceder con las exclusiones de Zorman y Backovic que permitió a la selección llegar hasta los siete goles de ventaja (27-34) a menos de diez minutos para la conclusión. Una ventaja más que suficiente para que los de Juan Carlos Pastor solventaran con comodidad el tramo final de un encuentro, que sirvió para colocar a los españoles de nuevo en la lucha por las medallas en un Europeo, lo que no ocurría desde Croacia en el año 2000.