Crónicas repelladas de José Monforte: Moisés separará los adoquines de la calle
El conflicto de los alcorques se solucionará «de milagro». El personaje bíblico, como abrió el Mar Rojo, abrirá una regola gigante para que el Santísimo no tenga que desviarse por la izquierda
Actualizado: GuardarLa alcaldesa de Cádiz presentará mañana viernes a los capillitas de Cádiz una solución «de milagro» para atajar el gravísimo conflicto surgido con los alcorques de la calle Nueva y así evitar que el Santísimo en la procesión del Corpus tuviera que circular por la izquierda como si fuera el camión de reparto del Don Pan y no por el centro como es su lugar natural, según indica el código de circulación del Vaticano, que es muy estricto en estos temas.
Según reveló ayer el teólogo de la circulación, el franciscano Arcadio Melanini, el código de circulación para procesiones y manifestaciones regiliosas de un solo carril (Circulatio Domini Vaticana) establece claramente en el artículo 42 que «los Santísimos de las procesiones del Corpus sólo podrán circular por el centro» por lo que estima que la inclusión de árboles en la calle Nueva violaría claramente esta prescripción por lo que podría intervenir incluso la guardia suiza, generándose así un grave conflicto de competencias por ver quien tiene más autoridad en la calle Nueva, los suizos o los policias locales de Cádiz.
Este informe pericial, y la amenaza de un grupo de cofrades de organizar un septenario a las puertas del Ayuntamiento, ha sido fundamental para hacer cambiar de postura al Ayuntamiento.
Fuentes del PP señalaron que la «importancia del problema suscitado y el riesgo para el Santísimo de circular por la izquierda pudiéndose encontrar a personajes antiespañoles» ha hecho que se intervenga en las más altas instancias.
Fue el propio Mariano Rajoy, que es muy mariano por cierto y devoto de la Humildad y Paciencia, el que se comprometió a intervenir. Fue este el verdadero objetivo de la reciente visita que hizo Rajoy al Papa donde se trató en secreto este tema. Rajoy sabiendo que al pontífice le gusta el Carnaval, como todo el mundo sabe se disfrazó de Guardia Civil hace unas semanas, le llevó a Razingert un compandi de la chirigota Cádiz no tiene cura, mientras que el papa le regaló al lider centrista (quillo, no reirse) una de sus bufandas del Cádiz, firmada por el jurídico de la entidad, Martín José García. Rajoy no se andó por las ramas y pidió al Papa la intervención divina para solucionar «un problema fundamental para el desarrollo de la ciudad».
Al parecer Razinger hizo varias llamadas y le dijo a Mariano «Santísimi Cadichi, camini operto» al tiempo que le comentó en perfecto idioma patrio que quería venir a Cádiz en agosto para comerse una caballa con piriñaca en la plaza Pinto.
A los pocos días Rajoy recibió una llamada del Vaticano en la que el secretario de Estado de Hechos Realmente Milagrosos, Monseñor Strombolini, le comunicaba que se había alcanzado una solución «de milagro» y le anunció que el gran Moisés de la Biblia acudiría a Cádiz para la procesión del Corpus con su famoso báculo que alzaría en plena plaza de San Juan de Dios y dirigiéndolo hacia los adoquines de la calle Nueva lanzaría un rayo, azul por supuesto, que abriría una santa regola de cuatro metros de ancho a lo largo de toda la calle separando árboles y farolas y permitiendo el paso de la procesión.
Una vez pasado todo el cortejo, incluida la representación de los ejercitos de España, Moisés bajaría el báculo y la calle volvería a su estado natural. El Vaticano señaló además que no cobraría nada por el milagro y que, en todo caso, le mandarán un poquito de paté de cabracho del Faro, que le gusta mucho. La propuesta fue presentada al equipo de gobieno municipal donde generó algunas dudas en el concejal José Blas Fernández quien quizo saber si Moises tendría que pedir licencia de obra menor para hacer el milagro y si al tratarse de intervención divina oficial, se le declararía exento de tasas.
Fernández dijo que «quiero tener todos los papeles en regla porque después vendrá Román a poner problemas y a decir que el milagro es ilegal».
Una vez conseguido el visto bueno municipal fue el propio Rajoy el que le trajo al Ayuntamiento de Cádiz la carta del Vaticano anunciando la solución «de milagro» y una copia del papiro de identidad de Moises para que este no tenga problemas en Cádiz y fuera o fuese a ser detenido por inmigrante ilegal.
Este fue el motivo de la visita de Rajoy a Cádiz el pasado martes y no la recogida de firmas contra el estatut, que fue una tapadera para solucionar uno de los problemas de Cádiz más importante en el último medio siglo, según reconocieron varios analistas locales.
El PP montó el cachondeo de la plaza de las Flores para que no se levantaran sospechas pero Teófila Martínez y el dirigente centrista (otra vez, quillo, no reirse) mantuvieron un encuentro secretísimo en el confesionario de la Iglesia de San Juan de Dio.
Fuentes municipales de solvencia señalaron que esperan que los capillitas gaditanos, que están muy compungidos, se muestren receptivos a esta solución «de milagro».
Al parecer la cofradía de La Palma ha presentado una sugerencia al Ayuntamiento para que Moisés vaya acompañado en su milagro por la Virgen de la Palma ya que esta también está especializada en paralizaciones de aguas y podría ser de utilidad en caso de que se rompiera alguna tubería al abrirse la santa regola.
Las mayores reticencias parecen estar en la cofradía del Silencio ya que temen que el Cristo pueda tropezar con los árboles de la calle Nueva durante la Semana Santa. Rajoy se mostró contundente con este tema: «Mira como el Silencio sale a oscuras y tarde poque el Cristo salga acostao y así pasa sin problemas”...Creo que he pecado.