«Incentivos para superar la adicción»
Los fumadores confían en las propiedades de esta terapia pero confiesan que es necesario estar predispuesto
Actualizado: GuardarLa farmacia de Jose Antonio está a punto de cerrar. Un hombre de mediana edad entra apresuradamente y se acerca al mostrador para pedir unos chicles de nicotina. «Me acabo de acordar de que no me que quedaban y los necesito porque me cuesta mucho perdonar el cigarrito de la sobremesa», explica algo nervioso.
El caso de este cliente no es aislado. Con la llegada de la nueva norma antitabaco son muchos los asiduos compradores de la farmacia de José Antonio que han optado por servirse de este tipo de productos para abandonar su adicción a la nicotina. «Desde enero se ha registrado un incremento bastante importante en la venta de parches, chicles y todo tipo de productos para dejar de fumar», comenta el farmacéutico. «También se están vendiendo muy bien las tradicionales boquillas, que son de lo más económico», agrega.
No todo son halagos para estos métodos de lucha contra el tabaquismo. «No pienso que sirvan de nada, son sólo una forma de sacar dinero y de aprovecharse de la situación, yo he sido una gran fumadora y lo he dejado por mí misma, sin ayuda de ningún tipo», comenta Cristina, una mujer que ha entrado en la farmacia para comprar papillas para su bebé.
A pesar de la opinión de Cristina, son muchos los defensores de chicles, pastillas, parches y todo tipo de productos para olvidarse definitivamente de la nicotina. «Soy consciente de que no son los que me están haciendo dejar de fumar, pero el tenerlos ahí me permite sentirme más tranquila», explica Ana Mari, una asidua fumadora que comenzó a abandonar el tabaco hace ahora dos meses.
Fuerza de voluntad
«Considero que los parches son bastante efectivos, pienso que es el mejor de los métodos que hay, aunque sin fuerza de voluntad no se consigue nada», agrega Alfonso, el novio de Ana Mari, quien dejó sus hábitos como fumador mucho antes de que la cruzada antitabaco llegase a España. Una nueva ley que ha hecho que muchos gaditanos se apunten al consumo de unos productos que, además de sus propiedades farmacológicas, producen un efecto psicológico aún mayor: el de ser un excelente placebo para olvidar la adicción.