Editorial

Compromiso con la paz

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Los Veinticinco tomaron posición ayer en Bruselas sobre la victoria de Hamas en las recientes elecciones palestinas, al tiempo que sus representantes participaban también en la reunión en Londres del llamado Cuarteto, formado por Europa, Naciones Unidas, Rusia y EE UU. Los miembros de la UE han decidido que sólo mantendrán su cuantioso apoyo al desarrollo económico e institucional palestino si el nuevo Gobierno palestino opta por una solución pacífica del conflicto. Para ello, Hamas, ganador de las elecciones, debe mostrar su intención de abandonar las armas, reconocer a Israel y aceptar el punto de partida de los acuerdos de paz de 1993.

La canciller alemana, Angela Merkel, de visita en Oriente Próximo, ha transmitido estas ideas al presidente palestino, Mahmud Abbas, quien a pesar de la derrota electoral seguirá en su puesto hasta 2009. El presidente Abbas debe ayudar a formar Gobierno en las próximas semanas y atraer a Hamas hacia posturas moderadas. Abbas ha solicitado que se mantengan los 500 millones de euros anuales de ayudas europeas, ahora sometidas a condiciones políticas básicas. La gestión de los plazos para cumplir estas condiciones y la modulación de las mismas es posiblemente el aspecto más delicado de lo decidido por los europeos. Gracias a la ayuda, Europa contribuye al desarrollo palestino y dispone de cierta capacidad de influencia sobre sus políticas. El riesgo que estos días ha valorado la UE es el de que al cortar las mismas, se perderá buena parte de esa capacidad de persuasión, ya que desde hace tiempo la Autoridad Nacional Palestina, como ya se han encargado de recordar algunos de sus dirigentes, dispone de otras vías de financiación provenientes de Irán o Arabía Saudí, que a buen seguro seguirán funcionando -incluso aumentarán- con el nuevo Ejecutivo de Hamas al frente de la ANP. Sin embargo, el riesgo debe asumirse y el mensaje a favor de los valores democráticos ha de quedar rotundamente claro. No basta llegar al poder por una elección democrática incontestable. Los comportamientos de sus dirigentes son igualmente esenciales para que la comunidad internacional entienda que se trata de Gobiernos democráticos. Y, en este tema tan fundamental, los europeos están actuando en sintonía con EE UU e Israel. Por el momento, la mayoría de los líderes israelíes está abordando la llegada de Hamas al poder con calma y sin olvidar que la tregua que declararon dura ya un año y que sus dirigentes están dando muestras de prudencia a la hora de administrar su victoria electoral. El verdadero riesgo puede estar en la división en facciones de los grupos palestinos con conexiones terroristas directas o en la fricción que la inclusión de las milicias de Hamas en las Fuerzas de Seguridad palestinas puede desencadenar en los territorios.