Alonso afirma que las bombas «desmienten» las esperanzas de paz en el País Vasco
Actualizado: GuardarEl ministro del Interior, José Antonio Alonso, hizo ayer un ejercicio de realismo con respecto al terrorismo y advirtió de que «la esperanza» de un próximo final de ETA «hay que vincularla con hechos decisivos». Tras inaugurar un nuevo cuartel de la Guardia Civil en la población vizcaína de Baracaldo, el titular de Interior recordó que las bombas colocadas por ETA la pasada semana en Vizcaya y Álava contra una sede judicial, una oficina de Correos y una instalación del Inem «desmienten esperanzas».
Ante la realidad de una banda terrorista que «continúa activa y operativa», Alonso apostó por actuar «con prudencia» y por «mantener la guardia alta y tener activos los mecanismos del sistema democrático del Estado de Derecho» y mostró la intención de su departamento por seguir «con lo que tenemos que seguir» desde el «rigor» de la Constitución mientras ETA no anuncie el cese «definitivo» de la violencia.
Avisos
El ministro matizó que los carteles con la frase «peligro bomba» colocados en dos de los últimos tres atentados con bomba no tienen «un significado específico» e invitó a los ciudadanos a no sacar más conclusión que «el peligro objetivo que supone dejar un artefacto de esa potencia explosivo en la vía pública en la que puede matar a cualquier ciudadano que transite por esa vía».
Además avanzó que el Gobierno «hará lo que esté en su mano» para conseguir la entrega de los etarras Urtiz Gainza e Íñigo Ripoll, arrestados en Francia el pasado sábado, y confirmó que España trabaja con el «núcleo duro» de los países más importantes de la Unión Europea para la puesta en marcha de unidades policiales de respuesta operativa rápida para abordar la comisión de grandes atentados terroristas, lo que confirma que «España ocupa una posición de liderazgo en cuestión de seguridad europea» zanjó el responsable de Interior.