Suspendido por tercera vez el juicio contra el presunto entorno de ETA
Actualizado: GuardarLa Audiencia Nacional suspendió ayer por tercera vez consecutiva el macrojuicio contra las presuntas organizaciones del entorno de ETA -'caso Ekin'- a petición de las defensas de los 56 procesados que demandaron más tiempo para acabar de estudiar los 100.000 folios que en diciembre pasado se incorporaron a la causa como prueba documental.
El juicio, en el que todavía no han declarado más que 21 de los acusados, se reanudará dentro de dos semanas. El tribunal, desde que las defensas amenazaron el 9 de enero pasado con abandonar la sala si no les permitía estudiar la documentación, ya había concedido a los letrados otros 21 días para este fin.
La negativa inicial de los magistrados a otorgar a los abogados un plazo extraordinario para analizar o copiar los documentos provocó incluso la intervención de los colegios de abogados estatal y vasco, cuyos decanos se reunieron el 13 de enero con el presidente de la Audiencia Nacional, Carlos Dívar, para salvaguardar el derecho a la defensa de los acusados.
La presidenta del tribunal, Ángela Murillo, con la oposición del fiscal y del abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo que no creen justificadas más dilaciones, otorgó ayer a los letrados «un último plazo» para que completen su conocimiento de los papeles hasta el 13 de febrero, fecha en la que se reanudará el juicio, que en la práctica se encuentra paralizado desde el 20 de diciembre de 2005, sólo un mes después de su inicio.
El nuevo aplazamiento eleva el tiempo de suspensión de las vistas a 36 días. La abogada Arantxa Zulueta, en nombre de las defensas, pidió ayer un mes más de suspensión de las sesiones para acabar de copiar y estudiar la documentación recopilada en 104 cajas con las diligencias previas que el juez Baltasar Garzón abrió en 1989, en lo que fue la primera investigación judicial realizada sobre la vinculación entre diversas organizaciones y ETA. Estas diligencias previas, que fueron archivadas hace años, se incorporaron a la causa en diciembre, a petición de las defensas, porque los letrados consideran que de ellas derivaban buena parte de los indicios y pruebas contenidas en el actual sumario.
«Esfuerzo final»
Los defensores piensan que en estos 100.000 folios puede haber elementos que ayuden a lograr la absolución de sus clientes y, por tanto, argumentan que necesitan leerlos. Ángela Murillo, tras estudiar con el resto del tribunal la nueva demanda de las defensas, comunicó a los que la sala suspendía la vista hasta el 13 de febrero -la mitad del tiempo solicitado- y que realizaba este último esfuerzo «en atención al derecho de defensa».